La Marina Argentina buscaba el domingo hacer contacto visual con una tercera señal a 950 metros de profundidad tras revisar otras dos, para confirmar o descartar si corresponde al submarino argentino perdido hace 18 días en aguas del Atlántico sur con 44 tripulantes a bordo.
Las condiciones meteorológicas empeoraron y no se pudo hacer contacto visual con una señal a 750 metros, por lo que la búsqueda se ha traslado a otro punto a 950 metros, dijo el vocero de la Armada, Enrique Balbi.
La señal más promisoria a 450 metros de profundidad fue descartada ayer cuando un robot submarino ruso hizo contacto visual con lo que resultó ser un pesquero hundido.
En la búsqueda del ARA San Juan cooperan Rusia, Estados Unidos, Chile, Gran Bretaña y Brasil, y el área de rastrillaje está localizada donde se detectó una explosión que pudo provenir del submarino en el Cabo de Hornos, según la armada.
Las señales acústicas detectadas en pasados días hay que verificarlas con contactos visuales, explicó Balbi, por lo que la búsqueda no tiene fecha de finalización, aunque las posibilidades de hallar sobrevivientes ya han sido descartadas.
En la rueda de prensa del domingo el padre de un tripulante reclamó a Balbi por no haber sido informado por la Armada desde que comenzó la búsqueda.
El portavoz dijo que se presta asistencia a los familiares, muchos de los cuales aguardan noticias en la base de Mar del Plata, a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.
La justicia abrió una causa para investigar la desaparición del submarino.
La última comunicación con el ARA San Juan fue durante la mañana del miércoles 15 de noviembre cuando navegaba en el golfo San Jorge rumbo a su base en Mar del Plata tras participar de un ejercicio de adiestramiento.
Unas tres horas después de la última comunicación, se registró un sonido consistente con una explosión a 27 kilómetros de la posición reportada por el submarino, y en esa zona se ha concentrado la búsqueda, que hasta el momento no ha dado resultados positivos.
El jueves pasado, la Armada argentina dio por finalizada la fase de búsqueda con miras a un eventual rescate de la tripulación para pasar a una fase de mero rastreo para dar con la ubicación del submarino.
La decisión fue adoptada en base a que, transcurridas dos semanas, no hay ya condiciones para la supervivencia, mientras los familiares de los tripulantes suplican que se retorne a la fase de búsqueda con fines de rescate.