Los días después de que Corea del Norte hizo un lanzamiento de prueba del misil más poderoso que haya construido hasta ahora, se percibe mejor el impresionante avance tecnológico de Pyongyang y de lo que le falta para poder ser una amenaza clara para el territorio continental de Estados Unidos.
Todavía hay muchas interrogantes, pero hay un amplio consenso entre gobiernos y analistas independientes de que el misil balístico intercontinental -Hwasong-15- representa un logro militar significativo que acerca a Corea del Norte a su meta de tener un arsenal viable de misiles nucleares de largo alcance, que quizás logre tan pronto como a mediados del año próximo.
El misil de dos etapas y combustible líquido lanzado el miércoles es capaz de llegar a blancos que están a una distancia de 13 mil kilómetros, o sea que podría llegar hasta Washington, dijo el viernes el ministerio de Defensa de Corea del Sur en un informe para legisladores.
También es considerablemente más grande que el previo ICBM de Corea del Norte, el Hwasong-14, y parece diseñado para llevar ojivas más grandes, dijo el ministerio. Eso parecería confirmar lo que presumió Corea del Norte tras el lanzamiento, de que el Hwasong-15 puede llevar "ojivas nucleares súper grandes y pesadas".
Michael Elleman, analista del Instituto Internacional para Estudios Estratégicos, dijo que al parecer el Hwasong-15 puede llevar una carga de mil kilos a cualquier punto del territorio continental de Estados Unidos.
Corea del Norte, que hasta ahora ha realizado seis pruebas nucleares, ciertamente ha desarrollado una ojiva nuclear que pesa menos de 700 kilos, si es que no ha logrado hacer una que pese menos, escribió Elleman.
Corea del Norte dijo que el punto más alto del misil lanzado que lanzó el miércoles fue de cuatro mil475 kilómetros y voló 950 kilómetros, antes de caer cerca de Japón. Fue lanzado desde un lugar cerca de Pyongyang con un ángulo bastante elevado para evitar que cayera en otros países. La información de vuelo fue parecida a la que monitorearon las fuerzas militares de Corea del Sur.
Todavía no se sabe qué tanto falta para que el misil esté apto para combate real.