En su calidad de presidenta de la Comisión, precisó, sobre ese y otros casos registrados en el municipio, que se tiene contacto con el TUM, en la que aseguró que han llegado diversas quejas de transportistas, usuarios, así como de concesionarios.
Aunque la regidora no sabe distinguir entre un chofer y un transportista, significó que este último se ha quejado en reiteradas ocasiones que nos los dejan hacer paradas en ciertos lugares donde está prohibido, pero que han tenido acuerdos con la Coordinación de Transporte Urbano.
Además, para esta funcionaria, solamente se reciben alrededor de siete quejas al mes; sin embargo, mensualmente se recogen entre 30 y 32 denuncias de ciudadanos.
Pero este desconocimiento total se debe a que nunca está en su oficina ni tampoco convocado a reuniones a los otros dos integrantes de la Comisión, para tomar cartas en el asunto y darles una solución a los problemas que a diario se enfrentan los ciudadanos.
Y aunque la octava regidora sabe del mal servicio que presta el transporte público en esta ciudad, no ha ejecutado acciones para mejorarlo, ni tampoco ha sesionado la Comisión para darle seguimiento alguno al sentir ciudadano. Entre las quejas de los ciudadanos, según la servidora pública, es que no los bajan a tiempo ni en las paradas y que los transportistas llevan acompañantes que cobran el pasaje, pero que esto no se debe de hacer y para eso hay inspectores.