Científicos han advertido que en el próximo año se podría presentar un importante aumento en el número de terremotos devastadores en el mundo. Esto fundamentalmente debido a variaciones en la velocidad de la rotación de la Tierra.
Trabajo de los investigadores Roger Bilham de la Universidad de Colorado y Rebecca Bendick de la Universidad de Montana ha encontrado una relación entre la rotación de la Tierra y la actividad sísmica. Aunque las fluctuaciones en la velocidad de la rotación son pequeñas, con tan sólo cambiar la duración del día por un milisegundo se pueden presentar descargas de vastas cantidades de energía telúrica, aparentemente afectando el flujo de metales líquidos en la litósfera. Antes se ha observado que cambios en la velocidad de la rotación tienen efectos en el campo magnético del planeta.
Los investigadores estudiaron terremotos de magnitud 7 o más desde 1900 y encontraron cinco periodos de incremento extraordinario en los que se produjeron de 25 a 30 terremotos de alta magnitud al año, mientras que el resto del tiempo el promedio fue de alrededor de 15. Luego estudiaron los cambios en la velocidad de la rotación terrestre y descubrieron una correlación entre la disminución de la velocidad y fuertes sismos. La rotación de la Tierra presenta leves cambios que pueden ser medidos con relojes atómicos. La Tierra lleva a cabo periodos de más o menos cinco años en los que alenta su velocidad, los cuales ocurre en lo que parecen ser ciclos de 32 años. Estos periodos de cinco años suelen ser seguidos por años desastrosos en términos de terremotos. La Tierra empezó uno de estos periodos hace más de 4 años, según los investigadores.
"El año que entra deberíamos de ver un significativo incremento en el número de severos terremotos. La hemos tenido fácil este año. Hasta el momento sólo han habido seis terremotos severos. Podríamos fácilmente tener 20 empezando el 2018", dijo Bilham. Los investigadores señalan que el incremento en actividad sísmica podría durar unos 5 años.
No se sabe bien en dónde ocurrirán en estos terremotos, pero se piensa que las zonas cercanas al ecuador en el pasado han sido las más sensibles a los cambios en la duración del día.
Actualmente no existen métodos precisos para predecir terremotos, así que de confirmarse esta investigación al menos tendríamos algo así como un periodo de 5 años de preparación global.