Ante esta situación, los empresarios camaroneros han tenido que migrar a otra actividad y poner a la venta del sector social su flota.
Francisco Márquez Zapata, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuacultura (Cananinspesca) confirmó estos números y los casos de la migración de los empresarios, por lo que también señaló que hacen falta operativos para parar este mal.
Márquez Zapata culpó directamente a Petróleos Mexicanos (Pemex) por la actual situación deprimente por la que atraviesan al cerrarles más del 85 por ciento de sus zonas de captura y agregó que los ofrecimientos oficiales para reapertura de esas áreas, aunado a la Comisión Nacional Pesquera (Conapesca) no les ha cumplido con los subsidios ofrecidos que ascienden a más de 50 millones de pesos, que en una parte se destinarían también para oxigenara los pescadores de ribera.
De las 370 embarcaciones camaroneras, solo laboran en este momento 71, y además están retornando al puerto con pésimos niveles de captura pese a que ha buscado nuevos horizontes en el caribe mexicano.
De las 37 embarcaciones camaroneras, sólo laboran 71.
Por otro lado, el presidente de la Federación de Cooperativas de Altura, Julio Alejandro López García, mencionó que la posibilidad de recuperación del sector es “cero” debido al mal estado en que se encuentra la mayoría de su principal extensión de trabajo, aunado a todo lo que les adeudan por concepto de captura.
Por su parte el dirigente de las Cooperativas de altura, calificó como una locura transferir la flota al sector social, “porque no tenemos ni para comer gracias que los empresarios nos pagan en abonos chiquitos y han ejercido sobre nosotros una vigilancia extrema la cual no nos permite ni siquiera llevar pacotilla para el sustento de las familias. Sin embargo aun así se quejan de su situación” Observó que si la actividad camaronera no les deja, “que tiren el ancla y que nos liquiden que resultará más benéfico para todos nosotros que somos más de 200 personas que estamos a bordo por tres y seis meses”.
Reconoció sin embargo que el sector privado necesita una inyección urgente de recursos para salir adelante y sobre todo modernizar las embarcaciones pues muchas de ellas ya vencieron su ciclo de operación.
