La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente clausuró definitivamente el desarrollo inmobiliario Ynfinity en el Malecón Tajamar de Cancún, Quintana Roo, e impuso una multa de más de un millón de pesos.
La determinación de la Profepa contra la persona moral denominada Vanguard Caribe Comercializadora S.A. de C.V., responsable del proyecto, se debió a que se realizaron obras sin contar con la autorización en materia de impacto ambiental que otorga la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Además de la multa de un millón 56 mil 860 pesos, le ordenó restaurar inmediatamente 14 mil 160.86 metros cuadrados de un ecosistema costero, donde ya se habían realizado algunas obras como parte del desarrollo turístico hotelero denominado “Elementhal”.
Las obras que ya se habían realizado y que fueron clausuradas son: edificación del área de ventas, una bodega y las áreas de residuos, de bodegas para condóminos, de construcción de alberca, de acopio de materiales de construcción y de plancha de concreto para estacionamiento.
Así como un comedor de trabajadores, baños, el edificio central, una rampa de acceso, un cuarto de máquinas (albercas), área de construcción de cimentación de bodegas y piso cimentado así como de cuarto de máquinas cisterna y área cimentada.
Además de cinco bases de concreto, una caseta antigua y área compactada que da una superficie total de 14 mil 160.86 metros cuadrados, mismos que le exigió restaurar ya que los afectó con las obras que realizó sin autorización.
La Profepa indicó que el pasado 11 de septiembre había ordenado la clausura temporal al constatar que el proyecto se ejecutaba sin tener previamente la autorización federal respectiva.
Para el 7 de noviembre repuso los sellos de clausura luego de recibir una denuncia pública donde se acusaba del presunto “retiro ilegal de éstos y reinicio ilegal de obras de construcción”.
Agregó que como resultado del proceso de inspección por parte de la delegación federal de dicha dependencia en Quintana Roo “se comprobó que la construcción se realizaba en un ecosistema costero”.
Detalló que el área afectada cuenta con ejemplares de flora y fauna de vida silvestre como mangle botoncillo y blanco y ejemplares característicos de selva.
Entre la fauna silvestre se detectó garza blanca, cormorán, cenzontle e iguana rayada o espinosa, entre otras, esta última que se encuentra en la lista de categoría de especie amenazada.
El proyecto se construía a casi 500 metros de la Laguna de Nichupté.
Con información de Milenio