Lugareños beneficiados con la prestación de servicios turísticos en el centro ecoturístico Cascadas de Agua Azul intentan, con sus propios esfuerzos, reorientar el cauce del río que redujo su nivel en días recientes, y que las autoridades atribuyeron a causas multifactoriales como la deforestación, densidad poblacional y suras por el sismo del 7 de septiembre.
Fuentes de Protección Civil señalaron que en los trabajos de reencauzamiento de las corrientes se involucra un centenar de moradores el ejido Agua Azul, quienes con palas, picos y herramientas adicionales desazolvan la zona para devolver el curso del agua sobre las cascadas.
Este lunes, funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y de la Secretaría de Protección Civil de Chiapas establecieron un plazo de 20 días para integrar un proyecto final de coordinación de acciones institucionales para restituir la caída del agua en la zona, considerada como uno de los atractivos turísticos más importantes en esa región de Chiapas, que cada año es visitada por unas 200 mil personas del país y el extranjero.
La disminución de los niveles del afluente y la reducción fluvial de coloraciones turquesa sobre las rocas, resta atractivo turístico al centro de biodiversidad enclavado en el municipio de Tumbalá.
Autoridades gubernamentales señalaron que para restablecer las condiciones hidráulicas, se harán excavaciones sobre originales y se realizarán trabajos sobre el brazo derecho del río, en el punto donde el agua se desvía al cauce izquierdo para restituir los torrentes.
Además se restablecerá el bordo izquierdo con un muro de mampostería cubierto con material filtrante para restablecer el fluido.
Las actividades iniciarán con el desazolve, aguas arriba.
Indicaron que el terremoto de magnitud 8.2 del 7 de septiembre fisuró las rocas del cauce de las Cascadas de Agua Azul y agudizó el descenso de las aguas, aunado a los problemas de deforestación de años en la zona.
Con información de El Universal