Un ejemplo son los comerciantes de La Calzada, donde la Liberata Acosta Goméz, presidente de la Asociación de Comerciantes “Juan B. Caldera”, asegura que el ambulantaje los está perjudicando.
Destacó que de 16 locales que se encuentran en este inmueble sólo se encuentran funcionando 13 de ellos, ya que los tres restantes tuvieron que cerrar sus puertas, al no poder soportar la crisis que se está viviendo en la isla y a nivel nacional.
La dirigente señaló que todos los giros que se tienen en La Calzada están padeciendo por la competencia desleal, provocada por la Coordinación de Gobernación Municipal, toda vez que los mantienen rodeados de vendedores ambulantes, que expenden los mismo productos que ellos.
“No estamos en contra de su actividad [de los ambulantes], pero sí es necesario que los reubiquen, para que cada uno de los comerciantes pueda tener algo de ventas”, expuso.
Acosta Gómez señaló que mientras a ellos les quieren cobrar hasta por los letreros luminosos que se coloquen, los ambulantes sólo pagan 20 pesos de derecho de piso; “a nosotros se nos cobra el derecho de la recolección de basura, mientras que ellos dejan sus bolsas y no pagan por ello”.
Destacó que, desafortunadamente, en la actualidad en la isla no hay circulante, por lo que es necesario reubicar o distribuir a los vendedores ambulantes, de tal manera que no se afecte a ninguno de los giros de los comerciantes establecidos.
Tres de los 16 locales cerraron ante la crisis y la competencia desleal.
ACUSAN MALTRATO
Por su parte, comerciantes acusan que el alcalde Pablo Gutiérrez Lazarus de mandar a los inspectores a instigarlos y amenazarlos. Mencionan que se comprometen a dialogar con el Ayuntamiento para poder establecerse, pero que el Alcalde no los recibe.
Vendedores ambulantes sobre la avenida Periférica señalaron que los inspectores de Gobernación Municipal llegan a los fraccionamientos Villas de San José y de Santa Ana, para amenazarlos con desalojarlos y encarcelarlos.