Las fuerzas de seguridad iraquíes encontraron varias fosas comunes con más de 400 cadáveres en una zona de Hawija, una ciudad del norte del país recién arrebatada a los yihadistas del Estado Islámico (EI), anunció hoy el gobernador de la provincia de Kirkuk, Rakan Said.
Las fosas fueron halladas en la antigua base militar estadunidense de Al Bakara, cerca de Hawija, que fue utilizada por los yihadistas para sus ejecuciones extrajudiciales, según declaraciones de Said a medios iraquíes.
Entre los ejecutados se encuentran personas vestidas con moños de color rojo, con lo que los extremistas solían vestir a quienes condenaban a muerte.
Según el gobernador de Kirkuk, estas fosas comunes muestran la “barbarie” del grupo yihadista, por lo que llamó al gobierno iraquí y a la Comisión de Derechos Humanos a realizar los respectivos análisis e identificar a las víctimas.
El hallazgo se realizó gracias a un pastor de la zona que condujo a las autoridades hasta el lugar, pero hasta el momento no se han cavado las fosas, ni han sacado los restos de los fallecidos, en espera de un comité formado por los ministerios de Sanidad e Interior de Irak.
Según el relato del pastor, los yihadistas asesinaban a los detenidos disparándoles, decapitándoles o quemándoles.
En Hawija, reconquistada a principios de octubre pasado por el Ejército iraquí tras tres semanas de campaña militar, se han encontrado varias fosas comunes, la más reciente el 28 del mes pasado con al menos 50 cadáveres.
El pasado 11 de marzo, en el marco de la ofensiva iraquí contra el EI, las fuerzas iraquíes hallaron una fosa común con unos 500 cuerpos en la cárcel de Badush, comarca situada a unos 25 kilómetros al oeste de la ciudad de Mosul.
Con información de El Universal