Un hombre armado entró a ayer en una iglesia bautista de Sutherland Springs, una pequeña localidad de Texas cercana a la ciudad de San Antonio, y abrió fuego contra los feligreses congregados en misa, dejando al menos 27 muertos y una veintena de heridos. El asesino, identificado como Devin P. Kelley, escapó del lugar en coche y murió tras una persecución de un vecino local, que le disparó con su rifle cuando salía de la iglesia.
Trump habla desde Japón Donald Trump dijo en Twitter: "Que Dios bendiga a la gente de Sutherland Springs". Abbott ha ofrecido sus condolencias, y calificó el ataque como un "acto del mal". A través de un mensaje en Twitter, Abbott también agradeció las labores de la Policía, y aseguró que las autoridades divulgarán más detalles en las próximas horas.