¡No es justo gritaba la gente que Don Leovigildo Moreno, haya dejado abandonada una tina u olla, cociendo calabazas para elaborar los tradicionales dulces de muertos!
Don Leovigildo se fue, quien sabe cuándo regresará, sostenían los vecinos.
Los policías tomaron datos para turnarlo a las autoridades competentes, sostenían las amas de casa.
Los vecinos papás y, mamás se pusieron las pilas y tomaron agua del mar frente a sus casas de la laguna de Términos, llenaban los cubos y, rociaban a la vivienda en llamas.
Los bomberos Voluntarios terminaron por rociar agua el lugar para que no se volviera a arder. Asimismo los bomberos retiraron los tanques de gas butano al aire libre.
Sin embargo los vecinos gritaban que las autoridades del Ayuntamiento finquen responsabilidades en el propietario de la vivienda que no vive aquí en la colonia.
Ese señor, solo viene por ratos y, ahora llegó a hacer leña y, a cocer dulce de calabaza.
Ayer, puso en peligro la vida de los vecinos que pudieron perder su patrimonio familiar.
Ojalá el Ayuntamiento Protección Civil y Ecología Municipal puede acabar de raíz con este problema de prender fogatas clandestinas y, dejarlas abandonadas.
Su hubiera habido una desgracia, iba a ser lamentable para los familias de la Privada de la colonia Caracol. ¿Y entonces que iban a decir las autoridades? Se preguntaron.