El secretario estatal de la Secretaría de Pesca y Acuacultura (Sepesca) José del Carmen Rodríguez Vera, mencionó que su demanda ha aumentado considerablemente por parte de empresas sinaloenses. Sin embargo, ocurre lo mismo que con el pulpo maya al capturarlo todavía en etapa juvenil con el subsecuente comercio ilegal que no se reporta al estado.
Mencionó que el impacto de la depredación que está sufriendo la jaiba en la península de Atasta, Isla Aguada y Sabancuy, donde están los grandes bancos, se cuantifica en la producción anual, pues mientras que en 2016 se reportó la captura de cinco mil 746 toneladas; en este año la producción fue de cuatro mil 515 toneladas de acuerdo a cifras oficiales de la Comisión Nacional de pesca y Acuacultura (Conapesca).
Abundó que para la captura de jaiba se han expedido 105 permisos en todo el estado, de los que el 50 por ciento ya están vencidos, no obstante el esfuerzo pesquero que se hace provoca una sobrexplotación, por lo que se duplica el número de embarcaciones que se están dedicando a esta actividad.
Anunció medidas similares a las que se han puesto en marcha para controlar la pesca, reproducción y comercialización de pulpo, para que la jaiba logre nuevamente reproducirse.
A propósito dio a conocer que durante uno de los más recientes operativos terrestres que se llevó a cabo se logró asegurar 900 kilos de jaiba que tenían como destino una empresa sinaloense. Sin embargo, el conductor de la unidad no pudo comprobar los permisos que avalan la compra legal de este producto.
“Vienen a comprar, pero lo hacen de manera ilegal porque la producción no está reportada en el estado, además de que la adquieren en tallas inferiores a las que marca la ley”.
Rodríguez Vera reveló que también redoblarán vigilancia para evitar que otras especies altamente demandadas, como el camarón, tengan el mismo destino y se evite declararlos en peligro de reproducción.
Dijo que ante la grave fuga de producción de especies marinas, a partir de esta administración estatal, se ha implementado un cerco de vigilancia permanente que ha arrojado que durante el año pasado se aseguren 13.5 toneladas de diferentes especies y en lo que va de este año se llevan 24.6 toneladas, de las cuales el 50 por ciento corresponde a pulpo maya.