Quienes pasan por las puertas de los principales hoteles de la Ciudad, transitan por algunas calles como la 8 del Centro Histórico con sus vehículos de diversos modelos y colores, pueden encontrar a algunos jóvenes que pueden lavar sus automóviles en 40, 50 o 80 pesos.
Jesús Torres es uno de ellos quien en entrevista explicó que “No es nada fácil conseguir trabajo, y lavar carros no es un delito, ni penoso, aunque a veces las autoridades no echan de los lugares donde lo hacemos”.
Agregó que dada la situación de la falta de trabajo, de papeles con algunos estudios de prepa o carrera, y certificados, no les queda más remedio que salir de sus casas en busca de los recursos económicos, sin delinquir y no ofender a nadie, pero hay quienes no lo entienden y no les permiten trabajar.
Con más de tres años en el oficio, Jesús comenta que “Es un trabajo noble, dejamos limpios los autos, brillosos, no le robamos a nadie, no se gana mucho, solo sale de 50 a 100 pesos al día, es duro pero no queda de otra, aunque nos corran de algunos sitios, pero trabajar con honestidad, en lugar de robar o bien, que nos den empleo a los que no pudimos continuar estudiando”.
Dijo que a veces les dan oportunidades de lavar autos en las afueras de los súper, pero por poco tiempo, y en el Centro Histórico ya se los tienen prohibido porque es patrimonio cultural, pero que ahí un grupo se ha adueñado del lugar, y dejan trabajar a otros.
Indicó que “Es complicado trabajar ahora de lava carros, si se nos permite en algunos lugares tenemos que pagar una cuota que no sale durante el día, y hay ocasiones en que pasa el día y no cae nada, es una aventura, arriesgarse a salir de casa con un trapito, una bolsita de jabón y la cubeta”.
El entrevistado, menciona que ahora con los trabajos de remodelación del Mosh Cohuo, que funcionaba como estacionamiento, muchos se quedaron sin trabajo.