El peligro para las mujeres en Villahermosa anda en cuatro ruedas.
En la capital del estado opera una banda de asaltantes de mujeres que trabajan a bordo de un taxi clonado. En los últimos dos meses se han registrado al menos cinco asaltos a bordo de una unidad con numeración 9000, quienes delinquen únicamente por las noches, bajo el mismo modus operandi.
El último de los atracos de esta unidad que tuvo conocimiento Grupo Cantón, fue el día jueves por la noche, cuando una joven abordó la unidad en Ruiz Cortines y Usumacinta, con dirección a Paseo de la Sierra; sin embargo, nunca llegó a su destino.
En la unidad se encuentran siempre entre dos y tres sujetos: El conductor y dos supuestos clientes que incluso pagan su pasaje cuando la víctima aborda la unidad, para despistar el hecho y dar confianza.
A decir de líderes de uniones de taxis legales, quienes pidieron su anonimato por temor a represalias, esta unidad ha estado operando desde hace más de dos meses y se dedican únicamente a asaltar mujeres, además de que se mueven en zonas como Tabasco 2000, Centro y Deportiva, debido a que es en estos puntos donde las féminas abordan más unidades.
"Ya nos lo habían reportado, esta unidad está trabajando desde hace como dos meses. A nosotros nos han reportado cinco casos, pero no dudamos que sean muchos más. De cada caso que se reporta, siempre hay tres que no se denuncian; únicamente se dedican a asaltar mujeres y aunque uno pueda ver el número económico es muy difícil saber cuál es, porque pueden ser unidades clonadas, además de que cambian de numeración", expuso el líder.
Todo lo tienen planeado
Bajo la excusa que el pasaje irá a la calle siguiente, el conductor de la unidad clonada acepta realizar el viaje de la mujer que le hizo el alto, quienes después le pagan al conductor para hacer más 'creíble' la operación. Minutos después inicia la pesadilla. Con navajas los asaltantes amenazan a la usuaria para despojarla de sus pertenencias.
En caso de encontrar tarjetas bancarias entre las pertenencias obligan a la víctima a brindarles las claves para que éstos puedan realizar los retiros de efectivo y al finalizar la operación se trasladan hasta la ranchería Loma de Caballo, en donde al borde de la carretera y en medio de la oscuridad bajan a la víctima, echándole también gas pimienta para evitar que ésta pueda observarlos o reconocer la unidad.
La primera de las denuncias ante la Unión de Taxis Amarillos se registró el pasado 30 de agosto, cuando una mujer que abordó la unidad al salir de Galerías Tabasco 2000 y fue asaltada para después despojarla de seis mil pesos que traía en su tarjeta bancaria.
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