Grupos defensores de los derechos de las mujeres en Portugal protestaban por una decisión judicial que citó la Biblia y una ley del siglo XIX para justificar una sentencia en suspenso para un hombre condenado por agredir a su exmujer porque supuestamente había cometido adulterio.
Los jueces expresaron “una cierta comprensión” hacia el agresor, señalando que la Biblia dice que una mujer adúltera debe ser castigada con la muerte.
También citaron una ley portuguesa de 1886 que sólo imponía sentencias simbólicas contra los hombres que asesinaban a sus mujeres por supuesto adulterio.
El hombre, que utilizó un bate con clavos para agredir a la mujer, recibió una condena suspendida de 15 meses y una multa de mil 750 euros (2 mil dólares).
La apelación de la fiscalía para pedir una pena de prisión fue rechazada.
El fallo del 11 de octubre provocó la indignación en medios sociales portugueses, y se convocaron protestas callejeras para el viernes.