Durante una visita de la ministra de Ecología, Brune Poirson con el presidente de Francia Emmanuel Macron, su mascota hizo una travesura.
Y el perro está haciendo algo bastante excepcional. Indicó Brune Poirson.
A sus espaldas, Nemo, el labrador negro cruzado de dos años que el mandatario adoptó en agosto, se orinaba en una chimenea del siglo XVII.
La escena ocurrió en plena reunión gubernamental en el despacho de Macron en el Palacio del Elíseo, donde mantenía una reunión sobre inversiones con Poirson, Julien Denormandie, secretario de Estado de Cohesión Territorial, y Benjamin Griveaux, ministro de Economía y Finanzas.
La escena fue grabada por las cámaras de la televisión francesa y transmitida en vivo.
"¿Ocurre a menudo?", le preguntó entre risas Denormandie a Macron.
El perro de Macron meando en una chimenea durante una reunión del Presidente.
🐶💦💦💦💦 pic.twitter.com/fw7MIMqJe3— Prosak (@soyleeprosa) 23 de octubre de 2017
No", respondía el líder francés. "Ustedes han provocado en él un comportamiento bastante inusual.
Al igual que en EU y en otras partes del mundo, la presencia canina en la casa presidencial es una tradición.
Cabe señalar que este no es el primer casi en donde un can protagoniza un momento incomodo, por ejemplo, en 2013 se supo que un chihuahua y dos labradores del expresidente Nicolás Sarkozy destrozaron varios muebles históricos del Salón de Plata del Elíseo.
Con información de La Silla Rota
