La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) exigió al Gobierno federal que el salario mínimo pase de 80.04 pesos a 95.24 pesos, un incremento que serviría para que los mexicanos alcancen la línea de bienestar establecida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El reto, dijo, no es sólo lograr un millón 200 mil puestos de trabajo cada año, como lo ha expresado en varias ocasiones el Presidente Enrique Peña Nieto, sino que los mismos, “sean empleos de calidad”.
“De los cerca de 800 mil empleos que se habrán adicionado a finales de 2017, sólo el 61 por ciento son de tiempo completo y tienen un nivel de ingresos que permite al trabajador satisfacer sus necesidades básicas de acuerdo con el Coneval”, expusieron los empresarios.
El pasado 16 de octubre, el Presidente anunció que la generación de empleos concretada en su sexenio es histórica, pues asciende a más de 3 millones de plazas, sin embargo, para la Coparmex, esos empleos generados no satisfacen la línea de bienestar de los mexicanos.
En su nivel actual de 80.04 pesos, el salario mínimo real cubre sólo el 84 por ciento del monto necesario para alcanzar la línea del bienestar. De concretarse el incremento propuesto por la Coparmex, todas las personas que trabajan en la economía formal obtendrán al menos el 100 por ciento de la suma requerida para satisfacer la canasta alimentaria y la canasta no alimentaria en los núcleos urbanos, es decir, alcanzarían la línea de bienestar.
La Coparmex planteó que el incremento sea definido en pesos (no a través de un porcentaje) bajo el mecanismo denominado Monto Independiente de Recuperación (MIR) y sería aplicable únicamente al Salario Mínimo General (SMG).
Este mecanismo independiente del resto de los incrementos a los salarios mínimos y contractuales permite acelerar en forma diferenciada el proceso de fortalecimiento del poder adquisitivo y el bienestar de los cerca de 488 mil trabajadores que reciben el Salario mínimo general, es decir, de quienes menos ganan en la economía formal.
De acuerdo con la Coparmex, la mecánica del incremento diferenciado basado en el MIR demostró, a partir del mes de enero de 2017, que a pesar de los presagios negativos de algunos:
1. No se observó el llamado efecto faro en las negociaciones contractuales.
2. No tuvo el incremento una incidencia significativa en la inflación.
3. No generó mayor informalidad por ese incremento.
4. No se provocó una desaceleración en la creación de empleos.
Conforme a la propuesta de los empresarios, en el mes de diciembre de 2017 se debería de realizar la revisión de los salarios mínimos profesionales, en la que la inflación observada en el último período anual sería el principal criterio de ajuste a los mismos.
El objetivo del ANNCS (Acuerdo Nacional por una Nueva Cultura Salarial) que postula la Coparmex es una evaluación progresiva a los sueldos, preservando la estabilidad, y estableciendo objetivos precisos de largo plazo, que incentiven positivamente las variables del empleo, productividad, consumo, inversión, crecimiento económico y desarrollo social.
El próximo miércoles se reunirá la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) y la Coparmex para hablar acerca del incremento al salario. En la reunión, dijeron los empresarios, le exigirán “que cumpla ya con su mandato”.
La propuesta de alineamiento del salario mínimo general impulsada por la Coparmex se inscribe como uno de los pasos iniciales para lograr un Acuerdo Nacional por una Nueva Cultura Salarial (ANNCS) con visión de largo plazo, que permita que México deje de ser el país con los sueldos más bajos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) y en el sótano de los niveles salariales de Latinoamérica, solamente por encima Nicaragua y Venezuela.
La Coparmex destacó que los bajos salarios en México han constituido un obstáculo para la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). “Es tiempo de dar una señal de que el país avanza”, dijeron.
Con información de Sinembargo