Situaciones de hostigamiento, malos tratos, acoso psicológico y hasta violencia sexual, son las realidades a las que se han enfrentado a lo largo de su vida laboral más de 63 mil mujeres tabasqueñas, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La encuesta, aplicada en el 2016, aborda las situaciones por las que han atravesado las mujeres de más de 15 años de edad, ya sea que hayan trabajado o no. Si bien la mayor parte de las encuestadas en una muestra estadística representativa declaró no haber vivido ninguna situación de violencia, un 13.4 por ciento refirió que sí sufrió violencia en algún momento en su entorno laboral.
Cabe destacar que la violencia física o sexual fue reportada en mayor cantidad que la emocional o psicológica. La ENDIREH muestra que 45 mil 992 tabasqueñas refirireron haber tenido que enfrentar situaciones de violencia, que implicó algún contacto físico agresivo o no consentido, mientras que fueron 39 mil 983 las que afirmaron haber sufrido chantajes, abusos o acoso de tipo psicológico en el trabajo.
Sus victimarios
Los principales responsables, según las víctimas, fueron los compañeros de trabajo, señalados en un 31 por ciento de las ocasiones; le siguen los patrones directamente, señalados por un 20 por ciento de los casos de maltrato emocional y un 26 por ciento de los abusos físicos y sexuales; les siguen los supervisores, capataces o coordinadores, con un 11 y 10 por ciento de los casos, respectivamente. Y por último los gerentes, los clientes, personas desconocidas en el trabajo y los familiares del patrón, según detalla la información dada a conocer por el INEGI.
En el 79 por ciento de los casos, las víctimas revelaron haber sufrido esta violencia en el mismo lugar de trabajo; en el 12 por ciento en algún lugar público cerca del trabajo; tres por ciento refirió haber sido víctima en algún lugar público lejos del trabajo; uno por ciento, durante algún traslado en el transporte público; y menos del uno por ciento, en alguna casa particular.
Guardan silencio
Destaca que el 36 por ciento de las víctimas refirió no haberle contado a nadie, el resto que sí lo hizo, prefirió contarle en primer lugar a su esposo, novio o pareja; luego, a algún familiar, a un amigo o compañero. Sólo el 20 por ciento habló con su supervisor o jefe al respecto y el 12 por ciento, apenas, acudió a frente a alguna autoridad.
La ENDIREH consideró como violencia emocional las humillaciones por condición de género, la intimidación o el acecho después del trabajo. Como violencia física, las patadas, golpes con el puño, agresiones con armas punzocortantes, jalones, empujones, bofetadas y otros golpes con objetos.
La violencia sexual incluye la intimidación sexual a través de redes sociales, comentarios ofensivos, miedo a ser agredida, insinuaciones de beneficios a cambio de tener relaciones sexuales, represalias por negarse a contactos sexuales, abusos como obligarle a mirar imágenes sexuales o los genitales, toqueteos sin consentimiento, violaciones e intento de violación.
De acuerdo con los resultados de la encuesta, en Tabasco el 52.8 por ciento de las mujeres mayores de 15 años ha trabajado en algún momento de su vida, de ellas, el 32.5 por ciento -unas 290 mil 886- trabajaron durante el último año.
Protege ley a trabajadores
La Ley Federal del Trabajo establece responsabilidades específicas para trabajadores y patrones, a fin de que no haya abusos en las relaciones laborales.
El Artículo 170 protege especialmente a las mujeres trabajadoras que estén embarazadas.
También protege al trabajador y lo libera de toda responsabilidad en caso de que decida terminar la relación laboral, en términos del Artículo 51, en caso de que sea engañado sobre las condiciones de trabajo, si es víctima dentro del servicio, de actos de violencia, amenazas, injurias, hostigamiento, acoso sexual o malos tratos, le sea reducido su salario o no lo reciba a tiempo ocondiciones de peligro grave.
'Tuve que pelear mi incapacidad'
TESTIMONIO . MARIANA CANO.
Mariana Cano trabajó en el área de contabilidad de una empresa en Villahermosa. Cuando hubo recorte de personal, narra, ella se quedó a cargo de la mayor parte de la administración y empezaron a cargarla de trabajo.
"A veces trabajaba catorce o dieciséis horas seguidas. Empezó a ser un problema fuerte para mí porque entonces ya estaba más avanzado mi embarazo, tenía ya cinco meses. La verdad era muy cansado andar subiendo y bajando escaleras, detrás de las personas que me tenían que dar las facturas y comprobantes de gastos. "En el 2015 decidí dejar de trabajar con ellos porque me trataron mal, mi jefe se molestó y a cada rato me reprochaba por qué se me había ocurrido salir embarazada", mencionó.
Mariana platica que le dieron su incapacidad después que tuvo que advertirles que iba a ir a quejarse a Conciliación y Arbitraje.
"Luego, por eso, ya no me querían dar mis vacaciones", recuerda.
Un abuso entre policías
En febrero de este año un video en el que se aprecia la violación de una mujer policía por parte de sus compañeros cadetes, cometida de manera tumultuaria en el baño del antiguo Colegio de Policía, entre risas y con los uniformes puestos, sacudió las redes sociales y a la sociedad tabasqueña.
Del caso, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) confirmó las investigaciones a por lo menos cinco elementos involucrados en este hecho que fue calificado como grave y que ameritaría la suspensión del cargo como policía que ostentaban los responsables de este delito.
Cabe recordar que la mujer policía que fue víctima de estos hechos en octubre de 2015 se encontraba intoxicada con alguna sustancia, por lo que no podía defenderse de sus violadores, a los que sólo alcanzaba a pedir que se retiraran mientras abusaban de ella, que yacía tendida en el baño, mientras otros grababan la escena con su teléfono celular.