La cifra de muertos por el atentado con un camión bomba en la capital de Somalia ha superado los 300, informó el lunes el director de un servicio de ambulancias, mientras el país sigue muy afectado por el ataque más letal en su historia.
Más personas fallecieron en las últimas horas a consecuencia de sus heridas, dijo el doctor Abdulkadir Adam, del servicio de ambulancias Aamin.
Los funerales comenzaron y se espera que el número de muertos siga subiendo.
El atentado con un camión cargado de explosivos el sábado fue realizado en una calle muy concurrida en Mogadiscio y aproximadamente 300 personas más resultaron heridas.
El gobierno de Somalia culpa al grupo extremista Al Shabab, vinculado con Al Qaeda, que no ha hecho declaraciones al respecto.
Más de 70 personas gravemente heridas fueron trasladadas vía aérea hasta Turquía el lunes, mientras la ayuda internacional ya comienza a llegar, dijeron autoridades.
Familiares nerviosos estaban parados sobre la pista orando para que se recuperen sus seres queridos.
Los saturados hospitales de Mogadiscio batallaban por dar atención a otras víctimas heridas de gravedad, muchos con quemaduras que los dejaron prácticamente irreconocibles.
El ataque fue uno de los peores en el mundo en años recientes.
Otros atentados terribles en África han dejado decenas de muertos: en la Universidad Garissa de Kenia fallecieron 148 en 2015 y las explosiones en las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania en 1998 dejaron unas 219 personas muertas.
Además de Turquía, Kenia y Etiopía ofrecieron enviar ayuda médica en respuesta al "desastre nacional" decretado por el gobierno somalí, dijo el ministro de información Abdirahman Osman.
Al Shabab, el grupo extremista islámico más letal de África, frecuentemente ataca áreas de alto perfil en Mogadiscio. A inicios de año, prometió aumentar su ofensiva después de que los gobiernos de Somalia y Estados Unidos anunciaran recientemente nuevos esfuerzos militares contra el grupo.
El presidente Mohamed Abdullahi Mohamed decretó tres días de luto nacional y acudió a donar sangre, al igual que miles de personas que respondieron a una petición de los hospitales.
Esto es realmente horrendo, no se compara con nada del pasado", dijo el doctor Mohamed Yusuf, director del hospital Medina.
Washington condenó el ataque diciendo que "este tipo de atentados cobardes renuevan el compromiso de Estados Unidos de apoyar a nuestros socios somalíes y de la Unión Africana para combatir la escoria del terrorismo".