Sin embargo el petróleo ha pasado a ser parte de la historia y la partida de muchas empresas dejó indefensa a muchas familias que se habían establecido en la ciudad, dijo el profesor de economía Bernardo Quintanilla, catedrático de la Facultad de Ciencias Económicas Administrativas de la Unacar .
Señala que el 2016 y el 2017 han sido caóticos para México, indudablemente la baja en los precios del crudo en los mercados internacionales ha sido la causa, porque petróleo todavía hay.
Ese fenómeno aunado a otros trajo consigo lo que estamos viviendo y lo que algún día tenía que pasar, falta de empleo y debacle económico. Cuántas familias se fueron a raíz de ello, no hay nada cuantificado y muchas de las que se quedaron y no pudieron irse a otros lados porque su capital lo habían invertido en su patrimonio al no haber empleo tienen que dedicarse a una fuente alterna que les del el sustento; estamos hablando de la economía subterránea o informal.
Mientras jefes de familia no han tenido otra opción que acceder a empleos con remuneraciones que apenas y si les alcanza para solventar el gasto los demás integrantes de la familia, en especial las amas de casa abren las puertas de sus casas para vender quesadillas, tamales, elotes y productos chatarra. Esta alternativa económica, que se ha convertido en sustento de cientos de personas, la desarrollan sin un control de sanidad; la realizan a temprana hora o en horario nocturno.
Son representativos de un municipio, que a pesar de ser importante por su ubicación geográfica en el sur del estado, no cuenta con un sector industrial sólido que abra posibilidades de trabajo a los lugareños, muchos con nivel escolar básico y medio superior, y en un porcentaje menor con estudios universitarios. Señaló que el comercio es una posibilidad de hacerse de recursos para solventar las necesidades de las familias
Comentó que el comercio es una salida para estar activos económicamente, “y con el paso del tiempo son menos las tienditas o misceláneas, que son absorbidas por las grandes empresas de servicios, que ya están en el municipio y que ante el poderío económico, porque son cadenas o franquicias, no se puede competir con ellos.