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8 octubre, 2024

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Marchas entorpecen la circulación en la ciudad

Las calles de la ciudad de Campeche, como la avenida 16 de septiembre, una de las más transitadas porque ahí se encuentra el Palacio Federal, fueron escenario de una protesta de supuestos campesinos, quienes se asentaron ahí sin importarles perjudicar a automovilistas y ciudadanos y dejaron un tiradero de basura.

Cerca de las 09:00 horas de ayer, y sin ninguna consideración hacia los ciudadanos, alrededor de 300 personas que se dicen campesinas, dirigidas por Antonio Che Ku, realizaron una manifestación, presuntamente contra el sistema gubernamental.

Frente a las oficinas federales se amontaron mujeres con niños y hombres campesinos de algunos municipios, quienes tapaban el paso a las personas que se dirigían a sus centros de trabajo.

Tras los protestantes, las banquetas del Palacio Federal y las áreas verdes fueron invadidas por vendedoras de tamales, refrescos, tortas y dulceras que ofrecieron sus productos y hasta dejaron basura por todos lados.

También los ciudadanos que llegaban para realizar sus trámites diversos y asuntos personales, así como conductores de vehículos, se vieron perjudicados por la marcha que el grupo de campesinos realizaron a partir de las diez horas.

Pertenecientes al Frente Campesino Independiente, y encabezados por el líder Che Ku, quien se encontraba presente, los marchistas se adueñaron de la avenida 16 de septiembre y se dirigieron al Congreso del Estado.

De acuerdo con información de los propios campesinos, se manifestaron por asuntos pendientes con el Gobierno Federal, como el problema de tierras, y mal trato hacia los indígenas.

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Algunos campechanos se han quejado de estas manifestaciones porque señalan que son perjudiciales, y que las personas que protestan violan los derechos de los demás. Sin embargo, nadie le pone un alto a las diferentes organizaciones o personas a quienes les viene en gana ocupar abiertamente las calles de la ciudad, mientras que el ciudadano tranquilo que se dirige a sus asuntos es el que paga siempre los platos rotos.

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