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25 noviembre, 2024

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Una llaga en el corazón de Coapa

El corazón de Coapa quedó trastocado por el sismo del pasado 19 de septiembre. Canal de Miramontes, su avenida principal, evidencia los estragos del terremoto en una zona cuyos habitantes no tienen memoria de afectaciones por sismos. Los temblores pegaban en el centro de la Ciudad, pero jamás acá. Con el temblor también se derrumbó el mito.

Coapa inició su urbanización en los 80, década en la que seguía habiendo sembradíos donde se cultivaba alfalfa y granjas donde se vendía huevo y leche bronca, a pesar de que ya había construcciones importantes, como la Prepa 5 de la UNAM en Calzada del Hueso (desde 1955), y la unidad Narciso Mendoza, también conocida como Villa Coapa, levantada para albergar a jueces, árbitros y periodistas durante los Juegos Olímpicos de 1968.

A inicios de los 80, cientos de familias llegaron a esta zona en la que confluyen las delegaciones Coyoacán y Tlalpan, apostándole al desarrollo del sur de la Ciudad. Casi 40 años después, Coapa es una zona representativa de la capital, con una importante actividad comercial que alimentan las familias de clase media que habitan la zona.

"Coapeño" de toda la vida, Alfonso Velázquez, de 39 años, estaba en Galerías Coapa a las 13:14 horas del martes 19 de septiembre, llevaba dos bebidas de Starbucks, además de la bolsa de alimento para sus gatos y una película que había comprado.

No entendía qué estaba pasando; a su alrededor se desplomaban pedazos de concreto, él mismo tropezó y cayó, se le vinieron los cafés encima, intentó levantarse pero resbaló por las bebidas derramadas, trató de hacerlo una vez más y de nuevo perdió el equilibrio.

Cuando pasó el sismo, recibió una llamada de su esposa que estaba en Acoxpa, agradeció que estuviera bien y fue a ver su departamento en Calzada de Las Brujas, checó a sus gatos y tomó su drone para sobrevolar Galerías Coapa y ver el estacionamiento, donde estaba su automóvil.

Con el aparato, pudo ver el edificio de Rancho del Arco 32, totalmente colapsado. En ese edificio, vivió en su adolescencia, entre 1994 y 1997. Más tarde, se enteró de la tragedia en el colegio Enrique Rébsamen, donde estudió el segundo de primaria.

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"Lo que todo el mundo estaba repitiendo es que en Coapa no pasa nada, se siente feo, sí, pero no es una colonia vieja. Estoy a salvo, mi edificio está en perfecto estado, pero a 700 metros a la redonda tengo cinco o seis puntos que están por caerse, que no han desconectado el gas, que la gente no puede entrar por sus cosas", comenta.

Girasoles II
Sobre Canal de Miramontes, siete edificios ubicados entre Rancho Vistahermosa y Calzada del Hueso (los números 2990, 2998, 3004, 3010, 3020, 3032 y 3040) permanecen acordonados.

Enfrente, afuera de "La Cómer", mantienen presencia los residentes de esos edificios, en espera de que puedan sacar algunas pertenencias.

En el número 3020, donde hay 24 departamentos, el martes 26 (una semana después del sismo) las autoridades dieron oportunidad de que los habitantes entraran, pero sólo cinco minutos, para rescatar sus pertenencias más preciadas.

Uno de los residentes es miembro de las Fuerzas Armadas, y con el apoyo de la Marina fue el primero en entrar, pues tenía que sacar armas y uniformes para evitar que cayeran en malas manos.

Alma Roldán, una señora que se presenta como artista -conocida en el medio como "la chaparrita de México"-, tiene que sacar los vestuarios que necesita para sus shows, entre los que destaca su imitación de la fallecida intérprete de banda, Jenni Rivera.

Es imposible que en los cinco minutos pueda sacar los vestuarios con sus respectivos zapatos y accesorios, unos 30 conjuntos que ella valúa entre 20 mil y 30 mil pesos cada uno. Sin esos vestuarios, no puede trabajar.

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"La chaparrita de México" se mudó a Coapa por seguridad, después de padecer el temblor de 1985 en la Unidad Tlatelolco, y tener que ser desalojada, por lo que optó, como muchos, por una zona "más segura".

"Yo ya viví ésto dos veces", comenta.

Ahora, como sus vecinos, tendrá que cancelar contratos de agua, luz, gas, Sky, internet, hasta que los departamentos sean de nuevo habitables.

Otra familia del 3020 hizo todo un plan para ingresar al departamento, y decidió que entre la hija universitaria con una mochila vacía en la espalda. Lleva escrito con pluma en el brazo las cosas que debe sacar, entre ellas el monedero de su mamá con su carnet del ISSSTE, y una tomografía de su papá.

Escribió la lista en su brazo para no perder tiempo sacando una lista de papel que, por las dudas, lleva en la bolsa del pantalón; usa guantes y tapabocas.

Pasan los minutos y la joven sale en medio de una crisis, llora de frustración. El archivero al que debía dirigirse para sacar los papeles está derribado y no tuvo fuerzas para levantarlo y mucho menos para encontrar las cosas. Su madre la observa del otro lado de la acera, comparte el sentir de su hija y se acerca para calmarla, no sin antes reclamar lo estricto del tiempo para sacar las cosas.

"Nosotros necesitamos expedientes, carnet, la tomografía de mi esposo, no quería yo perfumes, ni zapatos ni vestidos", dice acongojada.

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La angustia de la familia es tal que la gente de la delegación les da una segunda oportunidad. Esta vez entra la madre, que ubica perfectamente el lugar del monedero, pero con otras cuatro personas que le ayudan a levantar el archivero.

La odisea es muy distinta en el 3010. De los siete edificios, es el que se ve en peor estado. Nerviosos, los residentes esperan el dictamen de daño estructural sobre el camellón.

Luego de acudir con el ingeniero Eric Ramírez a valorar la propiedad, el delegado de Coyoacán, Valentín Maldonado, cita a los afectados en el Parque Salvador Allende, en la esquina de Rancho Vistahermosa y Canal de Miramontes, para darles las peores noticias: el edificio será demolido a la brevedad y no hay manera de entrar para sacar nada.

En el parque hay residentes de los siete edificios, varios vecinos quieren tomar la palabra, pero Maricela Cícero arrebata el micrófono y dice que tienen que hablar los que viven en el 3010, porque son los más jodidos, y exige el compromiso del delegado, para lo que expone su situación personal.

"Lo acabo de pagar. Tengo 32 años y es mi patrimonio. Lo acabo de amueblar. Estoy por embarazarme, ya no me embarazo, a lo mejor hasta me quedo sin hijos, por ver esta problemática. ¿Tenemos oportunidad de recuperar documentos en la demolición? Queremos estar presentes", demanda.

Todo esto ocurre en uno de los puntos más transitados de Coapa, donde cientos de transeúntes y automovilistas miran con detenimiento los edificios por los que pasaban diariamente, quizás sin voltear a verlos. "Ojalá que no los tiren", dice una señora al volante.

En la esquina de Canal de Miramontes y Calzada del Hueso, frente a Galerías Coapa, se derrumbó un local comercial donde estaba el gimnasio "Perfect Body" y una tienda de Colchones Atlas. Hay saldo blanco, pero el derrumbe está en uno de los sitios más transitados.

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