Tabasco es uno de los estados del sureste donde el botín de los asaltantes es mayor, pues hubo una pérdida total de 3 mil 338 millones 991 mil 164 pesos a consecuencia de los delitos. En promedio, cada ciudadano atracado perdió 7 mil 458 pesos.
El monto total de pérdida registrado el año pasado en Tabasco duplica al de Yucatán, que fue de mil 336 millones de pesos, mientras que la pérdida económica en promedio de las víctimas es casi el doble que en Campeche, donde fue de 3 mil 834 pesos.
En el 59 por ciento de los casos no denunciados, señala la ENVIPE, los ciudadanos víctimas de delitos se abstuvieron de hacerlo por causas atribuibles a la autoridad, lo que incluye posibilidades como temor a ser extorsionado, pérdida de tiempo, trámites largos y difíciles, desconfianza o actitud hostil de la autoridad. El resto son causas relativas a la víctima, tales como miedo al agresor, considerar el delito como un suceso de poca importancia, no tener pruebas, entre otros.
En total, se denunciaron menos del diez por ciento de los delitos ocurridos. De cada cien denuncias, en 16 no se inició averiguación previa o carpeta de investigación alguna.
