Las cosas, ya rotas, polvorientas, aplastadas, testimonian la vida de sus dueños antes del terremoto del 19 de septiembre.
Alguien calzó estas zapatillas rosas del número 5, otro tenía que tomar esta medicina para tratarse una infección en las vías urinarias.
Alguien, antes de perderlo todo, visitó Roma. En los escombros quedó la guía turística que en la portada muestra una postal del Coliseo bajo un cielo azulísimo.
Al estacionamiento de la Alberca Olímpica, al sur de la Ciudad de México, llegan camiones de volteo con los restos de algunos de los 13 edificios colapsados por el sismo del 19 de septiembre en la Delegación Benito Juárez.
Entre el montón de cascajo, varilla y tablas astilladas están las pertenencias de los damnificados: Relojes, zapatos sin par, una plancha rota, una loción casi vacía, papeles de oficina.
Son rastros que muestran que por aquí pasó la tragedia. Propósitos frustrados, planes hechos para la siguiente semana, libros leídos a medias. Y continúa búsqueda En al menos cinco puntos de la Ciudad de México sigue la búsqueda de sobrevivientes o de restos de personas que quedaron atrapadas entre los escombros.
Después del sismo del 19 de septiembre, las labores de rescate continúan en el edificio de Álvaro Obregón 286, donde se presume continúan unas 50 personas.
No quieren demolición
Los trabajos se centraron ayer en el cuarto piso de los siete que conformaban ese edificio. La mayoría son empleados del despacho contable IPS.
En el multifamiliar que se derrumbó entre Tlalpan y Taxqueña vecinos promovieron un amparo para evitar la demolición, pues existe la esperanza de encontrar a personas con vida.
Algo similar se vive en los edificios de Edimburgo y Escocia, en la colonia del Valle, donde se buscan a por lo menos dos personas en ambos inmuebles.
En el edificio de Enrique Rébsamen 241, en la Narvarte Poniente, los cuerpos de rescate lograron dar con los restos de Laura Ramos, después de varios días de búsqueda y espera de sus familiares.
Con información de Agencia Reforma.