El actor y otrora político Arnold Schwarzenegger llevó hoy al Festival de San Sebastián su alegato en defensa de los océanos en forma de documental, The wonders of the sea, y aprovechó para sacar pecho por la apuesta medioambiental que hizo en su etapa como gobernador republicano en California (2003-2010).
Si el Gobierno federal, republicanos y demócratas, (el presidente de Estados Unidos, Donald) Trump y toda la Casa Blanca fueran listos, copiarían exactamente lo que hicimos en California", declaró el protagonista de "Terminator" en la rueda de prensa hasta el momento más multitudinaria del 65 Festival de San Sebastián.
Schwarzenegger recordó que, cuando aprobó como gobernador una serie de leyes para proteger el medio ambiente y limitar la emisión de gases de efecto invernadero en su región, todo el mundo decía que era "suicida" desde el punto de vista económico, pero diez años después, resaltó, California crece al 5 %, el doble de la media nacional estadounidense.
El actor, que a sus 70 años mantiene su cuerpo musculoso y su tono bronceado, demostró conocer bien el trabajo de los periodistas hasta el punto de que ponerse a dirigir la rueda de prensa y a hacer preguntas a sus compañeros de mesa.
Cuestionado por el auge de la ultraderecha en las elecciones de Alemania, Schwarzenegger declinó responder: "No me meto en temas políticos de otros países, porque diga lo que diga eso será el titular, y yo quiero que el titular sea que 'The wonders of the sea' es una fiesta visual y que todo el mundo debe verlo", declaró.
Un documental dirigido por Jean Michel Cousteau, hijo del mítico Jacques Cousteau, y Jean Jacques Mantello, en el que Schwarzenegger participa como productor y narrador y que es un viaje en 3D que muestra la belleza y riqueza del mundo submarino y sus especies y el riesgo que corren en la actualidad.
En este sentido, afirmó que el cambio climático no es solo una cuestión de futuro.
La contaminación mata a siete millones de personas cada año, y eso es más de la gente que muere en guerras o en accidentes de tráfico", advirtió.
No obstante, el documental no tiene un tono crítico ni político.
No se trata de echar la charla a nadie, ni de acusar a nadie, sino de que la gente vea la belleza de los océanos y se enamore, porque, cuando te enamoras de algo, quieres protegerlo".
Cousteau, heredero de su padre en la tarea de proteger los océanos, hizo hincapié en que estos conectan a toda la humanidad, por encima de razas o religiones, y recordó que quedan pocos años para que sea demasiado tarde.
"Somos la única especie del planeta que tiene el privilegio de decidir si desaparecer o no", subrayó.
En The wonders of the sea Cousteau se embarca con sus hijos Celine y Fabien y con su equipo en un viaje que les lleva de las islas Fiyi a las Bahamas.
Sus cámaras muestran con una precisión asombrosa la belleza y el colorido de las más variadas especies, desde los más minúsculos microorganismos a los tiburones o algas tan grandes como las secuoyas californianas.
Schwarzenegger no disimuló su deseo de utilizar su fama de héroe cinematográfico para esta causa.
Estoy en una posición en la que puedo hacer cambios que ayudan a la gente y salvan vidas", aseguró el también fundador de la ONG R20 Regions of Climate Action, que apoya a los gobiernos en la protección del medio ambiente.
El actor pidió además que, en lugar de acusar a otros, todo el mundo se pregunte cada día qué puede hacer para mantener el planeta limpio.
No hay que pensar tanto en qué hace el gobierno o la ONU o Trump (…) Cada uno de vosotros tiene un papel en esta cruzada por un mundo limpio y por un futuro para nuestros hijos y nietos", resaltó Schwarzenegger.