Las operaciones de la refinería de Pemex “Antonio Dovalí Jaime”, en Salina Cruz, se suspenderán al menos tres semanas, debido a que el temblor del pasado jueves 7 de septiembre causó daños en el suministro de energía eléctrica dentro de la planta, por lo que no será posible refinar el petróleo ni abastecer sus derivados como diésel ni turbosina.
El temblor de 8.2 magnitud Richter, así como las réplicas que le continuaron, provocaron que se dañaran unos equipos que generan la electricidad a las plantas de proceso”, precisó José Franco Azua, del área de Comunicación Corporativa de Pemex.
Por lo anterior –dijo- al no haber electricidad dejó de funcionar la planta de bombeo que vamos a reparar en las próximas semanas”.
Agregó que la medida obliga a la suspensión del reparto de combustible, principalmente, de turbosina y diésel.
Mencionó que la planta mantendrá su reserva de turbosina únicamente para las necesidades de los usuarios en la región del Istmo de Tehuantepec, por lo cual los productos refinados y terminales para el resto del país, correrán a cargo del Complejo de Pajaritos, de Coatzacoalcos, del estado de Veracruz.
En relación al resto de la planta, sostuvo que, en términos generales, está segura, aunque reconoció “hubo un par de tanques que por el movimiento del líquido derramaron parte de su contenido, el cual quedó en unos diques”.
El crudo derramado se recobró mediante la técnica de bombeo hacia otros tanques.
Según el funcionario si hubo escurrimientos, pero no llegó nada a la zona de mar abierto ni a las playas, “la condición es totalmente segura en la refinería”.
Como se recordará, la refinería de Salina Cruz estuvo cerrada del 14 de junio al 30 de julio pasados, debido a una inundación e incendio.
En agosto pasado se reguló la producción con 180 mil barriles diarios de los derivados del petroquímico como son gasolinas, diésel y turbosina.
Con información de Excélsior