Ante el avance del huracán “Irma” hacia el Caribe con categoría 5, descrito como extremadamente peligroso, surgen dudas sobre qué tan fuerte puede llegar a ser un ciclón.
Hay que tomar en cuenta que el quinto y máximo nivel en la escala de Saffir-Simpson no tiene límite superior.
“Irma”, con vientos de hasta 280 kilómetros por hora, alcanzó la mañana de este martes la categoría 5 y puso en estado de emergencia a las islas caribeñas y al sur de Estados Unidos, hasta donde podría llegar, según pronósticos del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
Category 5 #Irma with 185-mph winds- #Hurricane preparations in the NE Leeward Islands should be nearing completion https://t.co/tW4KeGdBFb pic.twitter.com/tMhL53YX5I
— NHC Atlantic Ops (@NHC_Atlantic) 5 de septiembre de 2017
En teoría, la categoría 5 no tiene un límite superior, pero en la práctica, los vientos de un poderoso huracán podrían hacer estallar la escala, a decir de los especialistas en meteorología.
No existe tal cosa como una tormenta de ‘categoría 6’, en parte porque una vez que los vientos alcanzan el estatus de categoría 5, no importa cómo es que se le pueda llamar, sólo es realmente, realmente malo”, coinciden expertos en un artículo de la revista LiveScience.
La escala comienza en la categoría 1, en la cual los vientos del ciclón oscilan entre 119 y 153 kilómetros por hora, y termina en el nivel 5, cuando la velocidad supera los 251 kilómetros por hora.
Una extrapolación sugiere una categoría 6 que estaría en el rango de 283 a 315 kilómetros por hora.
Los vientos de “Irma”, cuyo ojo se encuentra alrededor de 400 kilómetros al este de Antigua y Barbuda, tienen el potencial de fortalecerse, por ello es extremadamente peligroso, advierte el NHC.
Here are the latest estimates of when tropical-storm-force winds could arrive & are most likely to arrive with #Irma https://t.co/tW4KeGdBFb pic.twitter.com/lphk4Nm9x8
— NHC Atlantic Ops (@NHC_Atlantic) 5 de septiembre de 2017
Pero, ¿cuánto más rápido podrían soplar los vientos de un huracán?
Un fenómeno meteorológico de este tipo gana fuerza usando agua caliente como combustible.
Con el calentamiento global en la Tierra, la temperatura de los océanos también se eleva, y así los huracanes están volviéndose más fuertes.
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En particular, los investigadores han encontrado que las tormentas deberán ser aún más intensas a medida que el planeta se caliente, de hecho, prevén que el calentamiento global aumentará la intensidad de los huracanes entre 2 y 11 por ciento para finales del siglo XXI.
La física dicta que debe haber un límite, por lo que, basado en las actuales condiciones oceánicas y atmosféricas en la Tierra, el potencial máximo estimado para los huracanes es de unos 305 kilómetros por hora, según un cálculo de 1998 por Kerry Emanuel, climatólogo del Massachusetts Institute of Technology.
Sin embargo, este límite superior no es absoluto y puede cambiar debido al clima.
Emanuel y otros científicos pronostican que la velocidad máxima del viento se incrementaría alrededor de cinco por ciento por cada grado centígrado de aumento de las temperaturas en los océanos tropicales.
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Pero Chris Landsea, meteorólogo del NHC, está en desacuerdo pues considera que, en los peores escenarios de calentamiento global, en donde las temperaturas aumenten 1.8 grados adicionales sólo habría un cambio de 5 por ciento total para finales del actual siglo.
Ello significaría que la fuerza de los vientos de huracanes no superaría los 322 kilómetros por hora.
Sin embargo, el tifón “Nancy” en 1961, en el noroeste del Océano Pacífico, tuvo vientos máximos sostenidos de 346 kilómetros por hora, según la Comisión Meteorológica de la Organización de Climatología, con sede en la Arizona State University.
Poco después de que “Wilma" alcanzó su punto máximo en 2005, algunos meteorólogos calificaron la escala Saffir-Simpson como irracional porque ésta sólo mide el viento e ignora factores como el tamaño de la tormenta, el potencial de lluvia y la velocidad del huracán.
Hebert Saffir, uno de los creadores de la escala, replicó, sin embargo, que la escala era útil porque es simple, y explicó que no se incluyó una categoría 6 porque fue diseñada para medir la cantidad de daños que pueden infligir los vientos.