En Tabasco existen 5 mil 528 contratos de crédito por cada diez mil adultos, lo que implica que un poco más de la mitad está endeudada, de acuerdo con el reporte de inclusión financiera de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Contrario a lo anterior, hay sólo 4 mil 524 cuentas de ahorro para el retiro por cada diez mil habitantes, y se registraron menos de 70 aportaciones voluntarias, según datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR). A nivel nacional, otros catorce estados tienen una tasa menor, y sólo en siete la tasa es mayor a 70 aportaciones voluntarias por cada 10 mil adultos.
El estado se encuentra en un nivel medio en lo que se refiere a la penetración de contratos con la banca múltiple, con aproximadamente 8 mil por cada diez mil adultos, con lo que se coloca en el promedio nacional. Tabasco también tiene una tasa media en cuanto a cantidad de crédito contratado, con 5 mil 528 contratos por cada 10 mil habitantes.
Sector popular excluido
Resalta que de los contratos de crédito, la inmensa mayoría son con la banca, y apenas el uno por ciento son créditos a Entidades de Crédito y Ahorro Popular (EACP). Ésta es una tendencia nacional. En todo el país, el sector reporta únicamente 3 millones de pesos en créditos a este sector. Del total, 98 por ciento de los recursos se destinan a consumo.
De acuerdo con el reporte, en 2016, Tabasco se encuentra entre los estados con menor tasa de créditos a EACP, con apenas 56 contratos por cada 10 mil adultos en el estado. Sólo hay tres estados en el país con una tasa inferior: Sonora, Baja California y Baja California Sur.
Junto con la Ciudad de México y Chihuahua, son las únicas siete entidades del país donde la tasa de contratos de crédito es menor a 400 por cada 10 mil adultos.
Sin embargo, la cantidad de créditos a entidades populares incrementó un poco en el estado, pues durante 2015 la tasa era de 44 contratos de crédito por cada 10 mil adultos.
Se quitan el seguro
La CNBV destaca que, aunque la legislación actual exige la contratación de un seguro de automóvil para tenerlo circulando, en Tabasco la penetración de los seguros de automóviles es muy baja.
Otros doce estados (Baja California, Chihuahua, Jalisco, Morelos, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Ciudad de México) también tienen leyes en ese sentido, pero la penetración continúa siendo baja "debido a que no existen mecanismos eficientes para comprobar que se cuente con dicho seguro", según señala el informe.
El documento indica que la Ciudad de México es la entidad que presenta la mayor prima emitida per cápita para todos los tipos de seguros, y que "de manera general se observa que los estados del norte del país se encuentran en el nivel medio o superior en la prima emitida per cápita a nivel nacional, mientras que la mayoría de las entidades del sur del país se encuentran en el nivel inferior".
Muy pocas mujeres aseguradas.
A nivel nacional, tan sólo el 28 por ciento de los asegurados son mujeres. En este sentido, Tabasco se encuentra en un nivel medio de penetración de estos servicios financieros, pues en el país el índice es de entre 30 y 40 por ciento.
Tabasco es la entidad con la menor proporción de mujeres socias de las sociedades cooperativas de ahorro y préstamo en el país, con el 37 por ciento. Ésto es diez puntos porcentuales menos que en la media nacional. El resto del país guarda proporciones superiores al 40 por ciento. Incluso, en el caso de Chiapas, Campeche, Sonora, Ciudad de México y Baja California Sur, más de la mitad de los socios de las cooperativas de ahorro y préstamo son mujeres.
'La comida la compraba a crédito'
Carla, mujer endeudada.
"Cuando no hay dinero uno tiene que recurrir a las tarjetas. Eso me pasó cuando mi negocio empezó a andar mal", así se expresa Carla, una mujer de 40 años, quien relata que para ella ahorrar en estos momentos es imposible, debido a que prácticamente vive al día.
"Hasta hace dos años me dedicaba a vender zapatos y joyería, pero de un día para otro la gente compraba menos y me empezó a ir mal. No podía llegar a fin de mes con lo que ganaba. Ahí empecé a usar las tarjetas más seguido", señala.
Tenía unas tres tarjetas de tiendas comerciales, pero las ocupaba sólo en el supermercado. Toda la comida la compraba a crédito.
Recuerda que fue entonces que los pagos minímos, que en un principio eran para ella 'mínimos', empezaron a ser grandes.
"Y eso que no compraba nada muy caro, sólo lo necesario para el mes, como arroz, fideos, carne y pan. Intentaba pagar el mínimo, pero a veces el dinero no alcanzaba ni para eso", afirma.
Asegura que cada día que pasa aumenta su deuda. "Si tengo para pagar, no tengo para ahorrar, bueno, y tandas mucho menos. Ni pensarlo".
Con pesar, Carla quien es una mujer con dos hijos que mantener, dice que "prácticamente caí en cartera vencida, llevo varios pagos no hechos. Vendo poco y tampoco puedo gastar el poco dinero que me queda en pagar tarjetas, porque también debo pagar los gastos de la casa y de los niños en la escuela", sentencia.
'¿Ahorrar?… ni pensarlo'.
Fanny, estudiante con deudas.
Fanny es una joven universitaria, cursaba la carrera de Relaciones Internacionales, sin embargo las cosas empezaron a ir mal en su hogar. Su madre dejó de trabajar, y lo que ingresaba su padre apenas alcanzaba para satisfacer las necesidades.
"Mi madre se preocupó porque aprendiera a maquillar, y primero tenía varias clientas. Las cosas iban bien, entonces pude obtener una tarjeta de crédito y la empecé a usar para ayudar con mis gastos y en mi casa", recuerda.
"La tarjeta la usé, no para darme lujos, ni nada de eso, era para que la familia la ocupara en lo que necesitara. La idea era ayudar a mis papás, alivianarles la carga. A veces pagamos el supermercado, y de vez en cuando compramos gasolina con la tarjeta", señala.
Estaba cursando el quinto semestre de su carrera, pero ahora no hay ni siquiera para pagar la media beca de la que gozaba en la universidad. Sus padres han acumulado una deuda de 15 mil pesos en la escuela, y ya no la dejaron inscribirse, y perdió el semestre.
Las clientas tampoco son muchas, y muy esporádicamente le salen trabajos, "lo que ingreso es para pagar las deudas que tengo, principalmente la tarjeta y no perder el crédito, pero ahorrar para mí es imposible".