El Servicio de Protección Federal (SPF) cuesta 1 mil 500 millones de pesos al año pero es incapaz de ofrecer seguridad a la gran mayoría de edificios federales, por lo que el Gobierno gasta 12 mil millones de pesos extras en empresas de seguridad privada que hacen esa tarea.
A nueve años de su creación, los elementos del SPF, órgano que depende de la Comisión Nacional de Seguridad, no resguardan ni siquiera los accesos de las oficinas centrales de la Secretaría de Gobernación, en avenida Bucareli, pese al millonario presupuesto que se le destina cada año desde 2009. Dicha labor la hacen elementos del Cuerpo de Seguridad Auxiliar y Urbana del Estado de México.
Tampoco cuidan las diferentes sedes de la PGR en la Ciudad de México, donde los vigilantes son integrantes de la Policía Bancaria de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina. Los 13 mil 500 millones de pesos que se gastan al año para resguardar y controlar las entradas de empleados y visitantes a edificios federales, son un presupuesto independiente a los de las policías federal, estatales y municipales, así como los del Ejército y la Marina que también hacen labores de vigilancia en todo el país.
Con 4 mil 200 elementos, el SPF apenas resguarda 120 de los 17 mil edificios federales, es decir, ni siquiera el 1 por ciento.
(Con información de Agencia Reforma).