'Con lo poquito que haya'.
En esta casa viven tres familias, siete niños y un adulto mayor. No tienen piso de cemento ni agua o luz. Piden ayuda porque apenas les alcanza para comer arroz, frijoles, fideos, plátano y chayotes. Carne, leche o huevo consumen muy rara vez, pues prácticamente están fuera de su alcance.
"Cada año se está poniendo más difícil, ahorita no pagamos renta, pero la cuestión económica se ha puesto muy duro", se queja la señora Andrea Guadalupe Pérez.
Sus hijos comen un poquito. Les dan alimentos en la escuela, porque en su casa comen "lo poquito que haya". Normalmente les dan fideo, frijol, arroz, lo que haya que sea más barato. "Arroz, cuando hay, y si no hay nada más lo que caiga, un huevito o algo para los niños", comenta.
Junto con su cuñada Mariana Hernández Pérez, para esta tarde preparan una sopa de fideos con trozos de chayote para que coman todos; el abuelo trata de leer un periódico a la entrada de la casa y los niños juegan sobre unas alfombras colocadas sobre el piso de tierra.
Bajo el amparo de un techo de lámina tienen la seguridad de que, al menos para dos o tres días más, podrán comer plátano macho, aunque hay dos racimos que todavía no maduran y quizá la comida se les termine antes.
"Quiero hacer un llamado para que me apoyen con algo, no cae mal una despensita o algo que la autoridad pueda apoyarnos, o que venga un día a ver cómo estamos, que vean cómo estamos, aquí cuando llueve se hace un lodazal, a como podemos ahí vamos sobreviviendo", dice la señora Mariana Hernández Pérez.
Optan por mendigar o prostituirse para comer
La ENIGH 2016 arroja que el 3.7 por ciento de la población, unas 16 mil 837 personas, tuvieron que hacer algo que hubieran preferido no hacerlo para satisfacer sus necesidades de comida.
Entre las actividades que considera la encuesta están el mendigar, mandar a trabajar a los niños o recurrir a prácticas sociales no aceptadas, como el robo o la prostitución.
Cabe destacar que Tabasco fue una de las entidades que tuvo menor proporción de población orillada a mendigar para comer, pues la media nacional fue de 6.8 por ciento. Sólo el estado de Chiapas tuvo un porcentaje menor, de 1.8.
A nivel nacional, más de un millón de hogares pasó por esta penosa situación en los tres meses previos a la encuesta realizada por el INEGI.
Los estados en donde más tuvieron dificultades para cubrir su alimentación fueron el Estado de México, con 2.2 millones de hogares, y 186 mil 278 núcleos familiares tuvieron que recurrir a estas prácticas.