Candelario Pat Mora, de oficio pescador, acusó a los inspectores Antonio Hernández Cortez y a una acompañante de maltratarlo y obligarlo a salir del área permitida para la pesca, además de amenazarlo con decomisar su lancha y todo lo que llevaba por pescar pulpo a 12 millas de Lerma, supuestamente en lugar prohibido.
El pescador refirió que no se encontraba en área prohibida, ya que enfrente de él había una lancha desde donde un grupo de buzos bajaba al mar a pescar pulpo.
Declaró que se trataba de depredadores, buzos sin permiso legal para la captura, porque llevaban herramientas de arte de pesca. Sin embargo, los inspectores de la Conapesca se “hicieron a la vista gorda”.
Sin embargo, a él sí lo sacaron del área bajo amenazas y perdió alrededor de dos mil pesos, lo que le costó salir en busca del producto. Los inspectores le dijeron que la zona donde estaba era prohibida y que si no se iba le quitarían su lancha y lo acusarían de ser depredador, aunque presentó todos sus documentos en regla.
Finalmente mencionó que, como siempre, los verdaderos depredadores hacen de las suyas y a los pescadores ribereños, que trabajan de manera legal, quieren desaparecerlos.