tQuién es Malala?” Ese fue el grito talibán, el grito de la intolerancia que irrumpió en un autobús escolar e intentó detener con balas su lucha por el acceso a la educación de las niñas en Pakistán.
Su padre siempre decía: será libre como un pájaro. Malala Yousafzai es la joven pakistaní que retrató desde su blog, escrito con seudónimo para la BBC en el 2012, la lucha por acceder a la educación en un país donde las mujeres son discriminadas.
Tuve un sueño terrible anoche en el que había helicópteros del Ejército y talibanes. Tengo esos sueños desde que se lanzó la operación militar en el Swat. Fui a la escuela con miedo porque el Talibán había emitido un edicto en el que prohíbe que las niñas vayamos a la escuela”.
Malala, Premio Nobel de la Paz 2014, le queda como recuerdo del atentado talibán una placa de titanio, fijada con ocho tornillos en su cabeza. Cuando despertó en un hospital en Birmingham, Inglaterra, se dio cuenta que su sonrisa había desaparecido, pero no su energía para luchar por la educación: “No quiero que se me vea como la joven a la que le dispararon los talibanes, sino como la joven que luchaba por la educación”.
Cuando su padre la vio postrada en la cama del hospital después de la operación pensó:
Los talibanes son muy crueles, le han robado la sonrisa”. Malala lo había acompañado siempre en su lucha por mantener una escuela abierta, disponible para los niños de Pakistán.
Había sido testigo de las dificultades a las que se enfrenta un maestro, vio cómo una inundación devoró la escuela y con ella el capital de la familia. Las adversidades eran el día a día. Y ella heredó de su padre la fortaleza, la persistencia que la llevó del tartamudeo al triunfo en concursos de oratoria.
En 'Yo soy Malala' la joven escribió: “Todos los hijos son especiales para sus padres, pero, para mi padre yo era su universo. Había sido su compañera de lucha durante tanto tiempo”.
En una visita que hizo a la Organización de las Naciones Unidas, Malala mandó un mensaje a los líderes mundiales, la advertencia de que la educación es la que salvará a esta civilización: “Tomemos nuestros libros y nuestros lápices. Son nuestras armas más poderosas. Un niño, un maestro, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo”.
México tendrá el privilegio de contar con la presencia de Malala, dará una charla en el Tecnológico de Monterrey el jueves 31 de agosto.