La gastronomía mexicana es infinita. Cada estado de la República, cada municipio, cada pueblo, cada cocinera es orgullosa creadora de alguna de las maravillas que han deleitado nuestro estómago por años.
La oferta culinaria es directamente proporcional al número de asentamientos urbanos que hay en el país. Sin embargo, en Ciudad de México somos un cliché que sobrevive de sus costumbres. Nuestra comida favorita es tan deliciosa que nos damos el chance de comerla no "ahí, de vez en cuando" sino siempre que haya oportunidad.
Y no sólo nos encargamos de pasar el legado de generación en generación sino de turista en turista.
A continuación enlistamos los "platillos" que más nos encanta comer en nuestra bonita capital. Y que nos empecinamos en presentar a los extranjeros, en que los prueben y en que les gusten, aunque el sabor de nuestra comida esté colmada de excesos y parezca que nunca nos cansemos de echarle poquito de esto, de aquello y de lo demás.
Elotes
Los tradicionales de mayonesa con queso y chile del que pica (o del que no pica), aunque también los hay asados con un poco de limón y sal, y los favoritos de los millennials: los elotes unicornio.
Pozole
¿Prefieres el rojo o el blanco? Debe llevar su oreganito, sus rábanos, su lechuga, cebolla, gotas de limón, ¿qué más?, ¿qué mas? Claro, su toque de carne de res (o de pollo). También lo hay vegano y vegetariano. Para todos los gustos.
Guajolotas
Sí, la torta de tamal es un producto 100% capitalino, amado por propios y extraños. Entiéndanse a los propios como aquellos que piden su tamalito sin freír y a los extraños como a quienes lo piden fritos.
Champurrado
No es atole. No es café. No es chocolate. Es champurrado, y el mejor acompañante de un delicioso tamal matutino. (Revisen cómo amanecieron de su gastritis antes de probarlo).
Churros
Azúcar con harina frita, mi amor. Un café acompañado de un churro sabe mejor. Aunque también un chocolate, pero quizá el chocolate sabe mejor con un pan de muerto. En fin. Los churros son una belleza, y lo único que nos cuestionamos antes de probarlos es si elegimos los de canela o los de azúcar.
Garnachas
Aquí hay para aventar para arriba. Tostadas, quesadillas, tacos, pambazos, sopes, tlacoyos, huaraches, gorditas. Y la variedad no sólo radica en los tipos de garnachas sino en la infinidad de ingredientes con las que pueden prepararlos. Del pollo al picadillo, pasando por la longaniza con papas y el huitlacoche. Uy.
Dulces cristalizados
Porque aunque nos encanten los sabores fuertes, también disfrutamos sentir cómo se derrite el dulce en nuestra lengua. Y pues hasta nos sentimos saludables porque nos hacemos a la idea de que sólo se trata de fruta. ¡Es fruta!
Pan dulce / rosca de reyes / pan de muerto
Hay quienes no podemos vivir sin pan de dulce. Y obviamente tampoco sin rosca de reyes o pan de muerto (tanta es nuestra afición por este último que las panaderías han decidido incluirlo en su carta durante todo el año). Somos paneros a nuestro pesar antojo.
Tortas
Ajá, nos gustan los excesos y esta es la muestra de-fi-ni-ti-va. Cada quien tenemos nuestra favorita y hasta podríamos graduarnos de chefs de la torta con nuestras creaciones especiales. La de pierna con milanesa y salchicha que vemos en la imagen es casi tan deliciosa como la de tamal o la ahogada.
Carnitas
Habrá quien prefiera el de ojo, el de tripa o el de suadero, pero nuestra tradición carnívora nos lleva por macabros lugares, como el del taco de carnitas.
Chicharrón
El invitado especial a un montón de eventos: los frijoles charros, los tacos placeros, el guacamole. No queremos pensar en nada más que en lo bien que sabe.
Guacamole
Sólo cuando estás en México sabes lo que es un buen guacamole. Habrá quienes se conformen con batir uno o dos aguacates y voilá, pero no. Esta salsita tiene su gracia, una que solo puede alcanzar cuando le agregas limón, sal y sus ramitas de cilantro.
Tacos de canasta
Siempre nos sacan de un apuro. Siempre. Y también hay variedad. Aunque lo mejor de los tacos de canasta siempre será su salsa verde, que combina perfectamente con todos los sabores.
Mole
Nada se compara con un delicioso mole poblano. Aunque este no es citadino, sí es motivo de orgullo y sabor obligado para los extranjeros que visitan nuestra tierra. Ya sea con pollo y mole, en enchiladas o en taco placero, el mole siempre será el sabor característico de este país.
Tacos al pastor
"El verdadero amor es el del taco al pastor", dice el dicho y no lo negamos. Aunque cada quien tenga su favorito, es verdaderamente complicado encontrar un buen taco al pastor, el que sea digno de ser llamado EL MEJOR.
Con información de HuffPost