Bajo ese esquema este flagelo es uno de los que mayormente daña al patrimonio de las personas, así como el trauma psicológico que le ocasiona a la víctima, a tal grado que quienes han tenido la mala fortuna de haber sido privado de su libertad, les ha cambiado la vida, un caso claro es el de Héctor Mena Vidal, un ganadero de Huimanguillo, quien fue levantado hace cuatro años y pese a que sus familiares pagaron el rescate, el plagiado aún no aparece.
Es que el delito de secuestro en la entidad, ha ido en aumento durante los último seis años; cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, indican que en el 2012, se cometieron 58 plagios, mientras que para el 2013 fueron 104; en 2014 se registraron 100 y para el 2015 bajó a 78, pero en 2016 subió a 85, así en 2017 en lo que van los primeros 6 meses se tiene contabilizado a 48 secuestros.
Los municipios en donde mayormente se cometen estos delitos sin duda es el Centro, Cárdenas, Huimanguillo, así como Cunducán, es en esos puntos en donde las autoridades han puesto énfasis para combatir a grupos criminales que se han posesionado del territorio tabasqueño.
De los 473 plagios contabilizados del 2012 al 2017, el 40 por ciento es del sector ganadero, seguido de empresarios y profesionistas, entre los que destacan doctores y maestros, así como petroleros, según información de la Fiscalía del Estado.
Hay casos cuando la víctima es secuestrada y luego asesinada, el caso de la jovencita Hebe Nora, de 18 años de edad, a quien sus padres ya no la volvieron a ver con vida desde que fue plagiada a mediados de noviembre del 2016.