En el mercado Pino Suárez las ventas están complicadas para todos, pasillos enteros lucen vacíos, muchas cortinas permanecen abajo durante semanas, y muchos locatarios como Doña Aura Méndez Ramos tienen que cambiar de giros o salir a otros sitios para vender algo. Con su bonetería bien surtida en el local 17, Doña Aura se dice olvidada en el local 17, en el fondo del mercado provisional de Casa Blanca, pues sus locatarios vecinos ya han ido cerrando, ante las bajas ventas.
"Tengo mercancía, pero no hay clientes, yo por ejemplo voy a otro lado, vendemos tamalitos, ropa o cualquier cosa, pero por fuera, aquí la verdad no hay venta y hasta nos anunciaron ahorita un crédito para los locatarios, pero sería una mala inversión, porque lo que no hay es clientela, estamos en una zona muerta, yo vengo nada más por costumbre", refirió. A decir de doña Aura, los taqueros y los puestos de comida son los que tienen algo más de ventas, de ahí en fuera todo está muerto.