Francisco Morales V.
Agencia Reforma.
En la esquina de la última página del libro que publicó, una caligrafía garrapateada, burlona y familiar declara la hazaña: "hecho por Rius a los 83 años…". Es el último zumbido de Eduardo del Río, Rius, en el oído de la clase política: Los presidentes dan pena (2017).
Fallecido la madrugada de ayer, víctima de cáncer a los 83 años, el monero no se fue del mundo sin dar antes el último par de ganchos. "Primer candidato al que no destapa el PRI, sino Televisa, y primero que no compra la silla en efectivo, sino con tarjeta (…)", define al Presidente Enrique Peña Nieto, a quien retrata, copetudo y con pestañas largas, con un espejo en la mano y un moño que lo premia como "El más guapo".
"Crítica, humor y libertad, todo ello en un cartón de Rius. Descanse en paz el destacado caricaturista y periodista Eduardo del Río tuiteó ayer el propio Peña Nieto.Lo cierto es que la relación del caricaturista con los priistas nunca fue tersa.
Al borde del abismo
Rius se las arregló para publicar sus cartones -a pesar de amenazas de despedidos- en publicaciones como Siempre!, Proceso, Ovaciones, La Prensa y El Heraldo. También llegó a ser un hombre con dos cumpleaños.
Luego de aquel lejano 20 de junio de 1934 en Zamora, Michoacán, la segunda vez que nació, fue el 29 de enero de 1969, cuando al pie de una fosa en algún sitio del Nevado de Toluca, un grupo de militares le informaron que, por esa ocasión, no lo iban a matar por haber molestado al "Señor Presidente".
El secuestro que sufrió todo ese día, y cuya autoría atribuyó al entonces Secretario de Gobernación, Luis Echeverría, se debió a un cartón en el que mostraba a Gustavo Díaz Ordaz vestido como monaguillo, pero con una cachiporra en una mano y una suástica en la otra.
"Desde entonces, creo que padezco del corazón", le decía al periodista Fabrizio Mejía Madrid.
Su cuerpo será cremado y hoy recibirá un homenaje póstumo en el Museo del Estanquillo, a las 17:00 horas.
Tuvo a Tabasco en la mira.
Rogelio Urrusti, pintor y caricaturista político de Tabasco, conoció a Eduardo del Río ,"Rius", cuando tenía siete años a través de los ejemplares de "Los supermachos".
Tuvo la oportunidad de conocerlo en persona cuando se unió a las filas del Partido Mexicano de los Trabajadores, del que Rius formó parte, y posteriormente trabajó junto a él en la revista Insurgencia Popular, edición del partido.
También fue el encargado de presentarlo en el 2006 cuando esta casa editorial llevó a cabo el ciclo de conferencias "Tabasco en la mira", en el que "Rius", ofreció una charla acerca de la elección presidencial de ese año.
En esa ocasión -recuerda Urrusti-, Rius presentó "Recetarius: 100 propuestas para tratar de salvar lo que queda de México". Y aunque ofreció una charla ocurrente, también planteó muy seriamente respuestas para componer este país.
Su ideología dejó huella
La influencia de "Rius" en Urrusti, no fueron los trazos -técnica que adoptó de Rogelio Naranjo-, pero sí obtuvo de él una gran conciencia ideológica. Tuvieron una gran amistad de la que sólo quedan las anécdotas y los libros que alguna vez le obsequió y autografió.
"Rius nunca creyó en el cielo o en el infierno… Rogelio Naranjo lo ha de estar esperando con una manta que diga 'Bienvenido Rius, a esta tu casa'".
(Con información de Yumey Zetina Salgado)
Rius se fue de la mano de Jaime Avilés.
Tras una batalla contra el cáncer, el periodista Jaime Avilés Iturbe murió ayer a los 63 años de edad.
Fue reconocido como uno de los más importantes cronistas en el periodismo mexicano, maestro de la narración. Fue reportero político y cultural y corresponsal de guerra en Nicaragua en 1979.
Andrés Manuel López Obrador le dirigió un mensaje en Twitter, recordando su paso en Villahermosa a principios de los noventa, para acompañarlo a una gira por la zona indígena chol de Tacotalpa. Fue su amigo y consejero.
Avilés murió víctima de cáncer de pulmón, a las 1:41 horas de este martes en el sur de la Ciudad de México.
(De la Redacción).