La propuesta para recortar la migración legal y favorecer el ingreso de quienes hablen inglés, anunciada hoy por el presidente estadunidense Donald Trump, tuvo una fría recepción en el Senado, y algunos demócratas anunciaron que bloquearán todo esfuerzo para que sea aprobada.
La senadora demócrata por California Diane Feinstein, cuya madre emigró de Rusia a Estados Unidos sin saber inglés, dijo que la propuesta conocida por sus iniciales RAISE tendría un efecto negativo en la industria agrícola, sector que representa 50 mil millones de dólares anuales para la economía californiana.
"Somos el mayor productor agrícola en Estados Unidos. Es una industria de 50 mil millones de dólares. Empleamos cientos de miles de trabajadores agrícolas. Ellos están en la clase que la ley prohibiría, devastaría a la agricultura", dijo Feinstein en entrevista con la televisora CNN.
La iniciativa propuesta por los senadores republicanos Tom Cotton y David Perdue busca favorecer la migración legal de personas con capacitación alta y que hablen inglés, al argumentar que el arribo legal de migrantes con "bajas habilidades" tiene un efecto negativo en la economía.
Contrario a la aseveración de Trump de que la presencia de inmigrantes legales con escasa capacitación priva de oportunidades a los trabajadores estadunidenses, Feinstein dijo que "lo que hemos visto es que los estadunidenses no van a hacer este tipo de trabajo duro, con altas temperaturas".
Afirmó que la propuesta no será bien recibida por el Comité Judicial, donde ella es la demócrata de más alto rango, y anticipó que tanto ella como el presidente del panel, el republicano Chuck Grassley, "creemos que debe ser abolida".
"Es un programa que espero que no vea la luz del día. No creo que vaya a pasar el Senado y voy a hacer todo lo que pueda para impedir que sea pasada en el Senado", precisó. El senador republicano por Carolina del Sur, Lindsey Graham, acusó igualmente un impacto negativo para la economía de su estado, donde el sector agrícola tiene un enorme peso y descansa mayormente en mano de obra no calificada.
"La industria número uno de Carolina del Sur es la agricultura, y el turismo es el número dos. Si esta propuesta se convirtiera en ley sería devastadora para la economía de nuestro estado, que depende de esta fuerza de trabajo inmigrante", dijo en un comunicado.
Con información de 20 Minutos