La readaptación social en las cárceles del país no es asimilada por una gran parte de los reclusos, quienes salen en libertad y al poco tiempo regresan con una 'maestría' en delincuencia.
En Tabasco, 659 reos que dejaron la prisión en los últimos 7 años, tras haber cumplido sus condenas impuestas por jueces penales por diversos delitos, retornaron de nuevo a las prisiones al enrolarse en conductas delictivas.
De acuerdo a datos obtenidos por Grupo Cantón Vía Transparencia, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) precisa que el número de presos reincidentes ha variado del 2011 a la fecha, iniciando con 225 casos, hasta llegar a 20 en lo que va del presente año.
Por su parte, la reciente Primera Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad, del INEGI, señala que en Tabasco hay una tasa de 170 personas recluidas en un centro carcelario por cada 100 mil habitantes, mientras que la media nacional es de 173.
De igual forma, el estudio señala que de dicha población carcelaria en el estado (3,783 reos), el 21.4 por ciento ha enfrentado algún proceso penal anterior al que determinó su reclusión actual, es decir, son reincidentes.
Entre los principales delitos por las cuales ya habían sido juzgados antes se encuentran: Diversos tipo de robos (Vehículo, transeúnte, casa habitación, negocio, entre otros), con el 60%; posesión ilegal de drogas, con el 12.9%; portación ilegal de armas, con el 9.7%; lesiones, con el 8.8 %; homicidio, con el 5.4%; comercio ilegal de drogas, con el 4.6%; daño a la propiedad, con el 2.1%; violencia sexual y familiar, con el 1.5% y 1.2%, respectivamente; y por último el 1.2% en secuestro y secuestro exprés.
'Llevarán un estigma'.
El ex magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), Marcial Bautista Gómez, señaló que un reo al salir en libertad debe ser arropado por un patronato que le debe poner el estado, para que lo ayude a conseguir un trabajo digno para sacar adelante a su familia, pero que al no hacerse, esto propicia a que vuelvan a las andadas.
"El sistema penitenciario entra entonces en un círculo vicioso, porque no se logró el objetivo de darle confianza a la ciudadanía, que al salir de la cárcel un ciudadano esté apto para convivir en sociedad, pues siempre llevará consigo un estigma, que los hace poco confiable con los demás. Esto les afecta la cuestión laboral, lo que significa que aún falta mucho por hacer para que un recluso salga totalmente readaptado", mencionó.
Causan desconfianza en ciudadanía.
El psicólogo Pedro Alberto UC sostiene que "una persona que ha estado en la prisión, primero lleva ese sello de 'ex recluso 'y esto les causa desconfianza a la ciudadanía, porque de cada 100 sólo uno sale readaptado. La gente tiene la idea de que las cárceles son escuelas de delincuentes".
Agregó que los ex convictos llevan un sentimiento de culpa por haber estado presos y al buscar trabajo no lo encuentran y, cuando son aceptados, posiblemente vuelvan a cometer delitos, "porque en un centro carcelario se aprenden muchas cosas negativas. Al estar en un trabajo se ganan la confianza del patrón y en ocasiones repiten conductas delictivas".
'Colocamos en empleos a 30 este año'.
El director de Prevención y Reinserción Social del Estado (DPyRSE), Arturo Maldonado Pulgar, consideró como un tabú el dicho de que "las cárceles son escuela del crimen", la prisión es dura porque hay reglas de horario para recibir visitas y normas, pero al final se aprende algo bueno".
Explicó que a los presos de Tabasco sí se les imparte los programas para una reinserción a la sociedad, para que sean útiles, por eso se les da apoyos psicológicamente, así como actividades culturales, religiosos, deportivas y ocupacional.
Maldonado Pulgar dijo que Laura Zurita Correa, quien está al frente del patronato de preliberado, atiende a quienes han abandonado la prisión, logrando colocar laboralmente durante el 2017 a 30 ex internos.
'Toqué muchas puertas'.
DON PABLO . EX CONVICTO.
Estuvo en la cárcel 8 años, lo acusaron de haber participado en un robo. Salió en libertad hace cuatro, pero para conseguir trabajo "fue un viacrusis, toqué muchas puertas, hasta que un viejo amigo que me conoce me empleó en una tienda de ropa, en donde me dio el cargo de chofer".
Don Pablo pisó la cárcel, debido a que unos amigos lo invitaron a dar una vuelta en un coche, él se quedó en el carro, mientras los otros tres bajaron en una gasolinera ubicada en Lomas de Caballo.
Cuando regresaron a los dos o tres minutos, ya habían asaltado, "entonces les pregunté qué habían hecho y ellos me respondieron 'tú no viste nada, si vas de sapo te mueres cabrón', al tiempo que comentaban sus amigos que el tiro les había salido bien".
Elio 'El Perro', compró cerveza en un Extra y empezaron a beber y le dieron 300 pesos del botín, pero el gusto duró poco, porque la Policía los detuvo cuando estaban en el carro. Les quitaron el dinero y los llevaron presos. Los golpearon y los trasladaron al reclusorio dos días después de estar en la Procuraduría.
Un juez los condenó a 8 años y por más que peleó no pudo ganar. A cuatro años de salir de la cárcel, se enfrentó a la realidad, a buscar trabajo y nadie le daba, por el solo hecho de ser ex convicto.
"Mi familia sufrió mucho, por el error que cometí, pero al final conseguí trabajo con un viejo amigo.
Aunque de chofer, me gano la vida, pero no quisiera que salieran fotos mías, son malos recuerdos y nomás la historia, porque luego se presta a bullying.
Tomo esto como una pesadilla en mi vida. Hoy tengo 36 años, ya no soy un chamaco y de ahora en adelante a sacar adelante a mis hijos, a mi esposa, en eso está enfocada mi meta", concluyó.
'Aprendí a tejer hamacas; de eso vivo'.
ALEXANDER . EX CONVICTO.
Él es un joven de 20 años que estuvo en prisión dos años. Entró en el 2014 y salió en 2016. Durante su estancia, en el penal aprendió a tejer hamacas. Él al igual que muchos que quieren superarse lo hacen, pero le ha costado mucho trabajo formar su empresa que desea.
Alex, como lo conocen en Tierra Colorada, luego de haber sido cómplice de un robo, le salió barato el error, pagó 3 mil pesos de reparación de daño y 24 meses en prisión y ahora está libre, pero contó que durante su estadía le invitaban a que fumara 'mota' y que inhalara polvo, pero él no lo hizo, ni tampoco se confabuló con mafiosos, "yo siempre nadé de muertito, les decía que luego, que me sentía mal y así me la fui llevando para no caer en el vicio".
Así pasaron los meses, en donde compartió celdas con ocho sujetos, se llevaba con ellos, pero no se envició, logró sobrevivir a las tentaciones y se la pasaba tejiendo hamacas.
"Con eso ayudaba a mi madre, que todos los días de visita estuvo conmigo, mi linda madre que nunca me falló", recordó.
Al salir optó por seguir con su chamba de tejer hamaca, las hace de forma particular, a veces y con eso vive, porque "si voy a buscar chamba no me van a dar". Como le gusta el comercio, también vende dulces, ropa y su pareja zapatos.
Lo del penal fue un error que lo llevó a ese lugar, en donde nunca hubiese estado.