Protestas callejeras, violencia sin precedentes durante una jornada electoral y una gran apatía del electorado dominaron la jornada del domingo en Venezuela para elegir a los delegados de la Asamblea Constituyente.

Este escenario presagia tiempos difíciles para el Presidente Nicolás Maduro, quien deberá llevar adelante la reforma a la Constitución entre una creciente presión local e internacional.

Unos 19.4 millones de venezolanos podían participar en la votación que arrancó después de las seis de la mañana y que duró casi catorce horas.

Al final de la jornada las autoridades del Consejo Nacional Electoral anunciaron a los 545 constituyentes que resultaron electos. En la tarde, la Fiscalía General confirmó la muerte de siete personas: Ronald Ramírez, guardia nacional que recibió un disparo; Ángelo Méndez, de 28 años, y Eduardo Olave, de 39, tras ser heridos con armas de fuego en el estado de Mérida; Luis Zambrano; Ricardo Campos, opositor de 30 años y dos adolescentes de Táchira, de 17 y 13 años.

Con estas muertes se eleva a al menos 122 la cifra total de fallecidos a causa de las manifestaciones desde hace 120 días, las cuales han dejado casi 2 mil heridos y más de 500 detenidos.

La asamblea:

• Modificar la Constitución.
• Lograr la paz en la República.
• Derrotar el golpe fascista.
• Empoderar al pueblo para que sea quien imponga la armonía y el diálogo.
• Cambiar su economía a una "postpetrolera".
• Elevar a rango constitucional los programas sociales.