"¡Es una locura! Buscaba sardinas en lata, pero solo encontré papel higiénico y leche descremada.
También me escapé rápido del trabajo para sacar dinero del Banco Provincial, imposible, ¡tremenda cola!".
Miles de venezolanos se lanzaron ayer a las tiendas de sus ciudades, como la esteticista Yamileth Ramírez, de 41 años, ante el pánico que desata una semana frenética con una huelga de dos días y marchas masivas.
Hoy miércoles arranca la huelga general de 48 horas convocada por la Oposición y el viernes se llevará a cabo una nueva Toma de Caracas en contra del proceso constituyente de Nicolás Maduro, con el que pretende afianzarse en el poder.
Más de 300 organizaciones sociales y sindicales participan en esta mezcla de huelga y paro cívico activo.
Hasta ayer en la tarde, los venezolanos buscaban comida, agua, productos básicos, dinero en efectivo y gasolina, como si se tratase de una contrarreloj desesperada. También sopas de sobre, congelados, pasta y enlatados.
Sólo encontraban una pequeña parte de lo demandado ante el desabastecimiento crónico que sufre su país, además de que no podían comprar tanto por la estrechez de sus bolsillos.