Tranquilo e incrédulo ante las imputaciones de la PGR en su contra, Javier Duarte se desenvolvió en la audiencia del lunes como si no necesitara abogado, aunque a su lado estaban Marco Antonio del Toro y otros 4 litigantes revisando el expediente.
Con sólo 12 preguntas, el ex mandatario logró poner en duda más del 90 por ciento de la acusación en su contra por delincuencia organizada y lavado de dinero.
Duarte preguntó a los funcionarios de la PGR de qué dependencias salieron los recursos desviados, los montos, las fechas.
Tras evasivas y la intervención del juez, los fiscales federales se vieron obligados a aceptar que sólo tenían documentado depósitos de la Secretaría de Educación de Veracruz por 38.5 millones de pesos.
"Afirma usted que de las cuentas se tomaron 38.5 millones de pesos ¿eso es todo?", preguntó Duarte a la PGR.
"Por el momento son los únicos recursos", respondió el fiscal Pedro Guevara Pérez.
Es decir, aunque la acusación consiste en desvíos del erario por 439.6 millones de pesos y la adquisición de propiedades a través de prestanombres, por ahora la Procuraduría sólo tiene datos de prueba del 8.7 por ciento.
Dicha cifra no puede explicar las compras de Duarte como la lancha italiana y las parcelas en Campeche, porque ocurrieron entre 2011 y 2013, ni los departamentos en Ixtapa, cuyos contratos datan de 2010.