La matanza de 28 reos en el penal de Acapulco fue con armas de fuego y contó con la complicidad de custodios.
Los presos fueron ejecutados en medio de un ritual de la Santa Muerte y habría sido comandado, según las primeras pesquisas, por Manuel García, "El Meño", y Óscar Silva, del Cartel Independiente de Acapulco, según fuentes investigadoras estatales y federales.
Varios de los ejecutados tienen impactos de bala, según las fuentes consultadas, tanto estatales como federales.
Una denuncia anónima, conocida por autoridades y a la que tuvo acceso REFORMA, indica que dentro del penal había armas e incluso artefactos explosivos y que posterior al enfrentamiento, los custodios las ocultaron en las áreas de carpintería y sastrería.
El Gobernador Héctor Astudillo, dijo en un evento donde fue presentada la "Fuerza Conago", que uno de los reos lesionados tenía impactos de bala y que se encontraron tres casquillos, sin precisar el calibre.
"Ubicamos perfectamente quiénes lo hicieron, hay una investigación donde tres custodios facilitaron la operación", aseveró.
Con información de Reforma