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25 noviembre, 2024

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Detectan diesel y grasa en combustible robado

De acuerdo a una nota publicada hoy por el periódico El Universal, la División Científica de la Policía Federal (PF) analizó muestras de huachicol que se vende en el Triángulo Rojo, en Puebla, que reveló que el combustible robado es mezclado por las organizaciones criminales con diesel, grasas y otro tipo de aceites, lo que “causa fallas o daños severos” a los motores de los vehículos que los usan.

Las afectaciones por el uso de huachicol, que se vende en 9 pesos el litro, van desde la obstrucción en el bombeo de gasolina, fallas en el encendido del motor, en el sistema de inyección, en válvulas, formación de depósitos en las cámaras de combustión y de aceite, hasta daños en anillos y pistones.

Huachicol, combustible, robados
En un ejercicio, el diario obtuvo 13 muestras de huachicol en distintos puntos del Triángulo Rojo, uno de ellos donde ocurrió la emboscada a los militares en Palmarito, y solicitó a la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) analizarlas.

El estudio se hizo en la dirección de química y toxicología forense de la División Científica de la PF.

La CNS concluyó: “Los grupos de personas dedicadas a la extracción, venta y distribución ilegal realizan mezclas de gasolina, diesel, grasas y aceites, por lo que su uso para vehículos con motor puede causar fallas o daños severos”.

En tanto, la PGR y Semar detuvieron a Pablo Morales, alcalde de Palmar de Bravo, uno de los municipios del Triángulo Rojo, por su probable responsabilidad en el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, vinculadas con venta de huachicol.

Reportes de inteligencia señalan que posee una red de estaciones de servicio de gasolina.

Para obtener mayores ganancias las organizaciones dedicadas al robo de hidrocarburos rebajan la gasolina con diesel, grasas u otro tipo de aceites, lo que causa severas afectaciones a los motores de los vehículos.

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Desde obstrucción en el bombeo de gasolina, fallas en el encendido de motor, en el sistema de inyección, en válvulas, formación de depósitos en las cámaras de combustión y de aceite, hasta daños en anillos y pistones, son algunas de las afectaciones por el uso del huachicol.

Como resultado del análisis de 13 muestras de huachicol en distintos puntos de Puebla, en la zona conocida del Triángulo Rojo, que comprende los municipios de Acajete, Tepeaca, Quecholac, Acatzingo, Tecamachalco y Palmar de Bravo, la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) llegó a la conclusión de que “los grupos de personas dedicadas a la extracción, venta y distribución ilegal [en el Triángulo Rojo] realizan mezclas de gasolina, diesel, grasas y aceites, por lo que su uso para vehículos con motor puede causar fallas o daños severos”.

El estudio se hizo por medio de la Dirección de Química y Toxicología Forense de la División Científica de la Policía Federal, con equipo de tecnología de punta, a las muestras recabadas en la zona en donde ocurrió la emboscada a los militares en Palmarito Tochoapan y otros municipios colindantes que pertenecen al Triángulo Rojo.

La Policía Científica encontró que ninguna cumplió con los estándares de una gasolina Magna o Premium.

Huachicol, combustible, robados

Según los datos más recientes, en los operativos realizados por la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla, en coordinación con la Procuraduría General de la República (PGR), las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y Armada de México (Semar), Policía Federal (PF) y Petróleos Mexicanos (Pemex), de enero a junio se realizaron mil 57 operativos en la zona del Triángulo Rojo, donde fueron decomisados 2 millones 798 mil litros de hidrocarburo de procedencia ilícita, con lo que se evitó que ese producto adulterado llegara a los consumidores.

Lo decomisado por las autoridades en lo que va del año equivale a llenar el tanque con capacidad de 40 litros de 69 mil 952 vehículos que pudieron ser afectados.

También se detectaron 433 tomas clandestinas, se aseguraron mil 573 automóviles utilizados para el transporte y almacenamiento del hidrocarburo y detuvieron a 473 personas. En el laboratorio de la CNS las muestras fueron identificadas del IQ249-1 al IQ249-13; todas presentaban entre una tonalidad marrón y amarillo.

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Es decir, tenían diferencias en el color y tonalidad de la gasolina que cumple la norma mexicana y que se supervisa como la que se expende de forma lícita.

En entrevista, el suboficial Lozada, del Laboratorio de Química y Toxicología Forense, explicó el proceso de análisis de los hidrocarburos que le fueron proporcionados.

“El análisis consiste en someter las muestras a una vaporización mediante temperatura controlada y por un cromatógrafo de gases realizamos la separación de los compuestos.

“El cromatógrafo lo que hace es, mediante temperatura y presión constante de un gas inerte, separar todos los componentes y son comparados con un estándar de gasolina para identificar cada uno de ellos”, dijo.

El especialista colocó en un vial de vidrio un poco de agua, luego con una microjeringa tomó una pequeña muestra de hidrocarburo y lo cerró inmediatamente para no perder algún compuesto volátil.

Después se colocaron en un cromatógrafo de gases para acoplado a un espectrómetro de masas con accesorio de headspace, donde se eleva la temperatura a 80 grados centígrados para extraer las sustancias.

Los primeros compuestos que salen serán los más ligeros y pasan por una línea de transferencia hasta un horno a una temperatura de 40 grados y terminar en 160 grados centígrados; de ahí saldrán los componentes medianos y al último los más pesados.

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Después pasan por un espectrómetro de masas, ahí incide una cantidad de energía sobre cada molécula y las rompe para tener como resultado todos los compuestos del hidrocarburo.

Los resultados que se obtuvieron señalan que los compuestos ligeros en las muestras de huachicol se encontraron hidrocarburos paraníficos, ofelinas y aromáticos que se obtienen de la destilación del petróleo; esto es, que hasta este punto los hidrocarburos ligeros que se hallaron en las muestras cumplen con lo establecido en las normas para gasolinas.

“En el caso de los compuestos medios, las muestras tres y cinco presentaron una alta concentración de hidrocarburos medios y pesados como diesel y aceites, lo que están [al igual que todas] fuera de las especificaciones técnicas para gasolinas”, indica el reporte.

Las muestras uno, tres, cinco, seis, siete, ocho, nueve, 12 y 13 presentaron grupos de compuestos de metilos y metilenos que se encuentran en el diesel; en tanto que las dos, cuatro, 10 y 11 presentaron mezclas de otros hidrocarburos. En las conclusiones de la comisión se advierte que las muestras presentan una composición similar a la gasolina, pero no cumplen con las especificaciones técnicas de color emitidas por Pemex en la norma oficial.

Presentan hidrocarburos de fracción media que no corresponden a la gasolina sino al diesel, además de aceites que no deben estar en una gasolina normal. Explica que las personas dedicadas a la extracción, venta y distribución ilegal “realizan mezclas de gasolina, diesel, grasas y aceites, por lo que su uso para vehículos con motor puede ocasionar fallas o daños severos”, advierte.

Durante la explicación, el suboficial Lozada reiteró que utilizar gasolina obtenida de manera ilícita afecta demasiado la vida de un vehículo, que puede ocasionar el desgaste del motor, porque al inyectar otro tipo de hidrocarburo se pueden generar depósitos.

“No es recomendable utilizarlo. El hidrocarburo se adultera, las sustancias que le ponen afectan el desempeño del automóvil, porque son otros productos del petróleo que no son para combustión en el motor”, determinó.

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Aunque el robo de combustibles en los ductos de Pemex no es asunto nuevo, desde los hechos ocurridos en Palmarito, donde el 3 de mayo ocurrió un enfrentamiento entre militares y civiles armados, las autoridades pusieron mayor atención en el Triángulo Rojo.

Desde el municipio de Acajete hasta Palmar de Bravo la mayoría de los habitantes tienen que ver con el robo de hidrocarburos; algunos compradores y otros operan directamente en la sustracción.

La gasolina obtenida de las tomas clandestinas es vendida a nueve pesos el litro, en promedio, en puntos ciegos para las autoridades como casas o vulcanizadoras; otro lugar que es ubicado por las autoridades como zona de venta es la Central de Abasto de Huixcolotla.

La zona está dividida entre dos organizaciones criminales, la de Antonio Martínez, El Toñín, y Roberto de los Santos de Jesús, El Bukanas; de acuerdo con la información a la que se tuvo acceso, están catalogadas por las autoridades como violentas, pues utilizan armas AR-15, AK-47, granadas y equipo táctico tipo militar.

El principal centro de operación de El Bukanas era La Encrucijada, en el municipio de Palmar de Bravo. Mientras que a El Toñín se le identifica como el responsable del ataque al grupo de militares en Palmarito, lugar en el que opera bajo el cobijo de los habitantes, a quienes logró persuadir.

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