Para que un seguro cubra los daños materiales de tu auto causados por inundaciones o ráfagas de viento, es necesario que cuentes con una cobertura amplia, sin embargo, si tu seguro es sólo de responsabilidad civil, no cubrirá los daños.
Un seguro de cobertura amplia es la más común y abarca robo, choques, volcadura, rotura de cristales, incendios y fenómenos naturales, por ejemplo.
Mientras que un seguro de responsabilidad civil, o de daños a terceros, tiene como finalidad proteger los daños que se ocasionan por un accidente de automóvil, como dice su nombre, a terceros: ya sea otros automóviles, mobiliario urbano, o bien, a otras personas.
“Si yo nada más tengo una póliza del seguro de responsabilidad civil, no tengo una cobertura contra inundación y lluvia”, señala Marco Antonio De la Rosa, gerente de Daños de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
En entrevista con EL UNIVERSAL, De la Rosa destacó que ante un encharcamiento de consideración o inundación, lo recomendable es no seguir avanzando con el auto, independientemente si se tiene o no contratado un seguro.
Si decides intentar pasar por el camino afectado puede considerarse agravamiento de riesgo y el seguro podría no cubrir los daños.
El agravamiento de riesgo significa que la persona puso en riesgo el auto intencionalmente.
Pero entonces… ¿qué se debe hacer?
El gerente de Daños de la AMIS, recomienda dejar el auto donde esté, llamar a la compañía de seguros y exponer el problema. Ellos pedirán el número de póliza, pero en caso de no tenerlo, basta con el nombre para que nos encuentren en la base de datos, y ellos dirán qué hacer.
Y si por ejemplo tú estabas de visita o de vacaciones y traías tu auto, el seguro tiene la obligación de cubrir los daños, pues éste tipo de pólizas de autos son de cobertura nacional.
En caso de no contar con un seguro de cobertura amplia, explica Marco Antonio De la Rosa, se tendrán que seguir las indicaciones de Protección Civil, pedir una grúa y pagar por sus servicios, luego llevar a revisión el vehículo y lo que se acumule.
“Son gastos que van por nuestra cuenta, en algunos casos puede haber alguna ayuda económica por parte de las autoridades, en este caso sólo hay que hacer los trámites necesarios para solicitarlos, pero no siempre se dan”.
En México, de acuerdo con datos de la AMIS, sólo 3 de cada 10 vehículos cuentan con un seguro de algún tipo.
De acuerdo con De la Rosa, un seguro es una herramienta financiera muy benéfica, “es muy importante verlo como una inversión o respaldo financiero, sobre todo ante estos cambios climáticos”.
Con información de El Universal