El líder del gremio ganadero resaltó que los riesgos y afectación al ganado disminuyeron porque los productores tomaron precauciones y se prepararon antes de la temporada de lluvias. “Han hecho sus calzadas para que el ganado esté en áreas secas”.
Respecto a la alimentación de los bovinos, indicó que gracias a las abundantes lluvias el pastizal se está recuperando y reverdeciendo, luego de una sequía prolongada que cobró la vida de más de dos mil 500 ejemplares. “Este ha sido uno de los años que más nos afectó”.
Destacó que gracias a que las muertes de ganado se han detenido y las lluvias no han dejado consecuencias, el siguiente paso en la prevención es vacunar al hato por los cambios climáticos, para prevenir enfermedades traídas por el agua, como la neumonía, una de las más peligrosas y que deja mayor afectación. Así como mover a los ejemplares a zonas más altas, lejos de los ríos, que podrían llegar a representar peligro. “Ya estamos empezando a vacunar, aún no hay pérdidas por esta enfermedad”.
Finalmente preciso que en municipios como Palizada ya tienen terrenos preparados para proteger el ganado y evitar muertes por inundaciones.
