Debido a que su valor es inferior al de los billetes, es menos común que nos encontremos con monedas falsas en circulación, pero también es posible.
En México, las monedas de diferentes denominaciones: 10, 20 y 50 centavos; así como las de mayor valor: 1, 2, 5, 10 y 20 pesos, cuentan con presentaciones oficiales conmemorativas, lo que podría complicar la identificación de las apócrifas.
Pero a continuación te compartimos las recomendaciones del Banco de México para detectarlas.
Color
Las monedas apócrifas no pueden imitar a la perfección la tonalidad de las originales. Se recomienda intentar rascar la superficie de la moneda, generalmente son pintadas para imitar el color. Si observamos desprendimiento, estamos ante una pieza falsa.
Comparación
Lo más sencillo resulta de comparar la moneda con otras de similar denominación y fijarnos en:
- Tamaño
- Grosor
- Peso (generalmente son menos pesadas por estar hechas con metales menos pesados)
- Ensamble
- En las monedas bimetálicas: 1, 2, 5, 10 y 20 pesos, el anillo periférico ensambla de forma perfecta con el centro. Una moneda falsa presentará un relieve que delata que las dos piezas fueron unidas de forma irregular.
Textura y canto
Si la moneda presenta porosidades y se siente resbalosa, estamos ante un ejemplar falso. La composición de la moneda (con mayor porcentaje de cobre), facilita realizar los relieves en ella.
También es posible que al tacto tenga una sensación jabonosa, lo que relata que fue fundida y es falsa.
De encontrar una de estas piezas debe ser remitida al Banco de México para su análisis. Para ello se debe acudir a una institución bancaria que remitirá la pieza. El portador debe compartir sus datos básicos, para facilitar el dictamen oficial.