La presidenta de la Federación del Pequeño Comercio en el Estado y también Secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional, Candelaria Cajún, reveló que la falta de empleo, el incremento de los impuestos de Hacienda y las competencias, han provocado de enero a la fecha el cierre de 150 empresas de las más de 5 mil que originalmente se abrieron hace cinco años.
AL BORDE DEL COLAPSO
Señaló que las pequeñas empresas están al borde del colapso, que tienden a desaparecer, especialmente en Carmen donde la situación es totalmente crítica y los comerciantes se encuentran desesperados, por falta de ventas.
“Lo que más urge en estos momentos para poder superar la crisis y el peligro de que las pequeñas empresas no se vayan a la quiebra, no son más créditos lo que se necesitan sino abrir más oportunidades de empleo, proyectos y que se reactive la economía lo más pronto posible”.
Reconoció que también en este año han abierto alrededor de mil nuevos pequeños negocios en la ciudad, debido a que quienes se quedaron sin empleo a causa de la crisis petrolera, donde buscaron elevar las ventas, sin embargo, en lugar de mejorar ha empeorado su situación, porque no hay ventas.
Los comercios establecidos campechanos ya no pueden sostenerse ya que solamente logran un diez por ciento de sus ventas diarias, y tienen que sacar para sus gastos y pagos de impuestos comerciales, como es la luz, recoja de basura, y se quedan sin inversión porque se comen su capital.
Indicó que en un viaje reciente realizado a la Ciudad de México, sostuvo reuniones con altas autoridades del SAT, en busca de prórrogas para apoyar a los pequeños y puedan pagar sus impuestos.
“TERRIBLE SITUACIÓN” EN LA ISLA
También se refirió a una visita realizada en Ciudad del Carmen, donde pudo palpar que no es del todo cierto que se estén recuperando, como algunos afirman. Mencionó que varios negocios han cerrado porque no hay circulación de dinero y empobrecen, que se debe rescatar la economía.
Finalmente, expuso que se buscará alianzas con otras empresas nacionales y ver la posibilidad de adquirir productos más económicos para que el campechano logre por lo menos hacerle competencia a las grandes tiendas que aunque con poca calidad, venden más barato.