En el primer cuatrimestre del año, los ingresos petroleros del país -aquellos que se obtienen de la venta de la mezcla mexicana- aportaron sólo 14.9% de los ingresos presupuestarios del sector público, con un total de 286,537 millones de pesos.
Ello significó la contribución más baja de dichos ingresos desde 1990, año desde donde se tiene registro y considerando los primeros cuatro meses de cada año, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En el 2012, cuando empezó la actual administración, los ingresos petroleros representaban 40.70% de los presupuestarios; en el 2013 eran 34.73%; mientras que para el 2014, 30.73%, para el 2015 y el 2016 representaron 16.55%, considerando sólo los primeros cuatro meses de cada año.
"Los ingresos petroleros eran una fuente de recursos muy importantes para el gobierno federal y ahora depende cada vez menos de ella (…) Es mejor tener dependencia de recursos recurrentes que de recursos como los que genera el petróleo", expuso Gabriel Casillas, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Indicó que, si bien es bueno depender cada vez menos de los ingresos petroleros, el gobierno federal todavía no cuenta con los suficientes ingresos tributarios para poder solventar 100% del gasto público.
"Los recursos recurrentes, como los ingresos por impuestos, deben ser sostenibles en el largo plazo. Entonces, el gobierno federal debe enfocarse en incrementar más la base tributaria y generar mayores ingresos por esta vía y dejar de depender por completo de los ingresos petroleros", expresó. Mencionó que algunas naciones, cuyos ingresos también provenían en gran medida del petróleo, no utilizan esos recursos para pagar gasto corriente como se hace en México, sino que se destinó para construir infraestructura y fondos que permitieran apoyar a las finanzas del país cuando se percibiera una fuerte volatilidad en los precios del petróleo.
"Si bien México ya tiene su Fondo Mexicano Petrolero, el problema es que se hizo muy tarde y en mal momento cuando los precios del crudo son bajos y la producción está reduciéndose", indicó.
INGRESOS TRIBUTARIOS APORTAN MÁS DE 50%
En contraste, los ingresos que se obtienen por el cobro de impuestos como Impuesto Sobre la Renta (ISR), Impuesto al Valor Agregado (IVA) o Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en el primer cuatrimestre del año acumularon 1 billón 13,354 millones de pesos, con lo que su aportación a los ingresos presupuestarios fue de 52.78 por ciento.
En el 2016, en dicho periodo, los ingresos tributarios aportaron 56.9%, dicha contracción puede deberse a que en lo que va de este año los ingresos por IEPS se han reducido de manera significativa por el estímulo fiscal que la SHCP está realizando sobre los precios de la gasolina y el diesel.
Cuando inició el sexenio, en el primer cuatrimestre del 2012, los ingresos tributarios contribuyeron con 40.69% del total de los ingresos. En el 2013 cuando se discutió la reforma fiscal, dichos recursos aportaron 44.44% y en el 2014 cuando entró en vigor la reforma fiscal contribuyeron con 50 por ciento.
"En los últimos cuatro años, la recaudación que se obtiene por el cobro de impuestos ha crecido 5.1% del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual nunca se había visto", indicó en su momento Enrique Cárdenas, director general del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
Detalló que tan sólo del ISR, la recaudación creció más de 2 puntos del PIB; mientras que del IEPS aumentó casi 2.7 puntos y el IVA apenas 0.4 puntos del PIB.
"Nunca en cuatro años se había visto un avance de la recaudación del ISR como la que estamos viendo. La disciplina fiscal que se vio a principios del sexenio con Aristóteles Núñez fue muy importante para los ingresos del país y para mitigar el impacto de los bajos precios del petróleo".
SE DEBE HACER OTRA REFORMA FISCAL
Casillas enfatizó que, la próxima administración, lo primero que deberá hacer es una reforma fiscal, pues todavía son insuficientes los recursos que se tienen para solventar el gasto y dejar de registrar el déficit.
"Si hubiéramos hecho una buena reforma hace cinco años, no tendríamos que preocuparnos al respecto. Se necesita una reforma fiscal que incremente la base de contribuyentes, que aumente los incentivos para invertir y el gasto se transparente", detalló.
Agregó que una de las formas en que se pueden generar mayores recursos es que los estados y municipios cobren de manera adecuada el predial, pues ello fortalecería sus finanzas públicas y se les destinaría menos recursos a través de participaciones y aportaciones.
Este es un planteamiento que la propia SHCP hizo hace unos días, sobre la necesidad de que los gobiernos estatales y municipales utilicen estra atribución.
Cárdenas coincidió y agregó que aún existen deficiencias con lo referente al gasto público. "En estos cuatro años el gasto público se incrementó en alrededor de 2 puntos del PIB (…) se tiene una mala costumbre por parte del gobierno federal de utilizar ingresos no recurrentes, como la venta petrolera, para pagar el gasto corriente en vez de destinarlo a proyectos de inversión o a un mejor desarrollo del sector petrolero".
Los recursos recurrentes, como los ingresos por impuestos, deben ser sostenibles en el largo plazo. Entonces, el gobierno federal debe enfocarse en incrementar más la base tributaria y generar mayores ingresos por esta vía y dejar de depender por completo de los ingresos petroleros". Gabriel Casillas, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.