Andro Aguilar
Agencia Reforma
Fernando Salgado estaba contento a las siete de la noche porque su candidata, la morenista Delfina Gómez, parecía ganar en Tierra Caliente.
Por primera vez el PRI había perdido en el centro de Tejupilco, la cabecera distrital 36 que reúne a 14 municipios ubicados en una región con zonas dominadas por el crimen organizado.
Pero El hombre de 72 años cantó victoria muy pronto.
"Dondequiera la gente grita de gusto", dijo. "Estoy contentísimo. Perdón porque ahorita sí van a llorar muchos", señaló.
Desde el cierre de las casillas, por lo cerrado de los resultados, en Tejupilco comenzó un ambiente primero de sorpresa, incredulidad, y después de alegría contenida.
Vestido de negro, un hombre aseguró anoche que podía garantizar que el IEEM no se le caería el sistema por una falla eléctrica ni con un problema cibernético.
La jornada electoral en la Tierra Caliente había caminado sin mayores incidentes.
Pero en algunas zonas de Tierra Caliente, donde los capacitadores del INE deben tomar medidas precisas para cuidar su integridad ante la presencia del crimen, las elecciones de gobernador pasan a segundo plano.
Un joven maestro de la zona, lo resume con una frase: "La gente –como se refieren algunos a los integrantes del crimen organizado– no tiene gobierno".