En conferencia prensa, el vocero de la Diócesis, Gerardo Casillas González, y que al Estado le corresponde promover y proteger la solidaridad de la familia, la legalización de esas leyes llevaría consigo grandes riesgos propiciando a que los seres queridos del enfermo sugieran la eutanasia.
Expresó en este sentido, que se tomaría que si se convirtiera en derecho legal, se tomaría en una pública llamada implícita y explícita a los enfermos y ancianos, para que considerarán si les había llegado la hora de pedir el “Servicio de una muerte digna”.
También destacó, en el mismo tema que esto traería consigo un incremento en todas las tendencias peligrosas que ocasionan una especie de muerte social, por lo que el Estado dejaría de estar al servicio del débil, del que sufre y de los ancianos.
Casillas González, argumentó que la eutanasia, vigoriza también la tendencia suicida en aquellos que se saben un peso para su familia o para la sociedad, pues no se ha dado entender esto con palabras, es tarea de toda sociedad devolver dignidad.
Asimismo, destacó que desde sus inicios la medicina nace como una prevención o una forma de impedir la enfermedad, pero esto no fue suficiente, ya que algunas enfermedades se convirtieron en peligrosas pestes, que provocaron la muerte, pero que lamentablemente la intención se rompió con algunas industrias farmacéuticas interesadas más en los bienes lucrativos que curativos, o sea que hacen negocio como cualquier producto, y proliferan laboratorios y farmacias que lucran con la enfermedad.